Comuseñas: el juego para aprender lenguaje de señas

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Juan Matías Guerrero Aguilar es Técnico en Desarrollo de Aplicaciones Móviles de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) hace menos de un año y ya cumplió un gran objetivo: diseñar una aplicación que impacte en la vida de las personas. 

Juan tiene hipoacusia profunda bilateral y contó que la carrera le costó más que al resto de sus pares. Sin embargo, no sólo logró transitar su recorrido universitario de manera exitosa, sino que, además, lideró un proyecto en que busca una manera amena de aprender lenguaje de señas. 

La identificación de esta problemática y el deseo de hacer algo al respecto se relaciona íntimamente con su vida personal. En diálogo con UniversidadesHoy contó que tuvo una pérdida de audición total en ambos lados y que, si bien hoy puede hablar, aprendió lenguaje de señas para comunicarse con otras personas con hipoacusia. 

“Esto afectó la comunicación, a mis cinco años de edad me implantaron de un solo oído, el izquierdo. Gracias a eso y al estímulo que recibí de mis familiares y fundamentalmente de las fonoaudiólogas que me acompañaron, pude desarrollar mi lenguaje” contó. 

Sin embargo, no todo fue sencillo a partir de ahí. En relación a su inserción en el mundo universitario relató: “Tuve que hacer tres veces el curso de ingreso y cuando logré entrar abandoné por mi problema de audición ya que no escuchaba las clases. Pero los docentes me contactaron. Me insistieron para que no bajara los brazos y empezaron a ayudarme y a preocuparse porque pudiese participar de las clases”

La aplicación

Está claro que la pandemia dejó muchas cosas negativas, pero si de algo sirvió fue para replantearse muchas cuestiones que se daban por sentadas. Algo similar le pasó a Juan Matías cuando se encontró con la falta de accesibilidad en las aplicaciones existentes para la comunicación virtual.

Fue a partir de esta cuestión que empezó a cranear Comuseñas. “Decidí dedicar mi proyecto final de la carrera a enseñar lengua de señas para abordar esta brecha y mejorar la comunicación en entornos académicos y laborales, como los que yo transitaba”. 

Además, no lo hizo solo. Fue junto a su equipo de compañeros Fernando Benítez, Javier Carballo, Víctor Orué y Fabián Zárate, así como también docentes, con quienes llevó adelante el proyecto. 

“Somos compañeros de la Tecnicatura en Desarrollo de Aplicaciones Móviles y coincidimos en la última materia de la carrera, que consistía en crear una aplicación utilizando los conocimientos adquiridos durante nuestro recorrido académico. Entre varias ideas que surgieron, la propuesta de Juan nos pareció la más significativa y con mayor potencial para contribuir a la comunidad”, contó Fernando Benítez. 

También se expresó Javier Carballo al respecto: “Consideramos que esta iniciativa es una forma de devolver a la universidad pública lo que ha hecho por nosotros, al tiempo que nos permite poner en práctica nuestras habilidades y conocimientos para el beneficio de todos”.

Las funciones de la aplicación, que todavía se está puliendo, son:
 Reconocimiento de señas por cámara
 Asistencia de un profesional
 Ejercicios interactivos
 Notificaciones y recordatorios
 Historial de aprendizaje
 Actualizaciones de contenido

Para conocer más sobre la misma ingresá a su página web.

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