El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, promulgó el proyecto de ley para garantizar que las personas que realicen las mismas tareas y funciones, reciban la misma remuneración. Esta normativa tiene como objetivo dejar atrás la brecha salarial existente.
Este viernes, el senado brasileño aprobó un proyecto que promueve la igualdad salarial de mujeres y hombres que tengan el mismo puesto de trabajo. Lula afirmó que va a hacer cumplir esta medida, y que “no podrá ser violada ni burlada” bajo ningún aspecto.
Llamó a hombres y mujeres a denunciar cualquier incumplimiento y aseguró que “todos los seres humanos deben comenzar a indignarse ante la desigualdad, porque la desigualdad no es normal”.
Esta nueva legislación modifica la llamada ‘Consolidación de Leyes Laborales’ de 1943, para establecer la igualdad salarial entre hombres y mujeres. El documento brinda la transparencia y los mecanismos de remuneración que deben seguir las empresas, creando las herramientas de control para garantizar el cumplimiento y establecer multas administrativas para quienes infrinjan la ley.
Según datos oficiales, las mujeres representan 51,1% de la población brasileña y ganan un 22% menos que los hombres. A su vez, ocupan menos del 40% de los cargos directivos en las empresas.
“Es necesario ahora discutir la cuestión de la igualdad, no solo es una legislación” aseguró la ministra de Mujeres, Cida Gonçalves. También pide promover iniciativas para que “las mujeres tengan oportunidad de ascender profesionalmente en sus carreras, lo que debe implicar un debate con toda la sociedad”.
“La ONU dice que la igualdad salarial contribuye a aumentar el producto bruto interno (PBI) de los países y, si eso ocurre, aumentan también las ganancias de las empresas, y se beneficia la sociedad como un todo”, dijo la ministra, respondiendo ante las críticas de algunos sectores económicos que se manifiestan en contra de esta ley, con el argumento de que se podría aumentar negativamente el costo de las empresas o causar desempleo.
La nueva normativa también dictamina que los establecimientos deben tomar medidas tendientes a habilitar canales específicos para denuncias, promover programas de inclusión, fomentar la formación y capacitación de las mujeres en el mercado laboral, para que puedan desempeñarse con mayores herramientas y profundizar sus aptitudes profesionales.
Sin dudas, este es un avance muy importante en materia de derechos en toda la región, para enfrentar las desigualdades y poder resolverlas a favor de sociedades más justas.
