Hablemos de Soberanía Alimentaria

Share on whatsapp
Share on facebook
Share on twitter
Share on email

La alimentación es la manera que tenemos los seres humanos de proporcionar a nuestros cuerpos los alimentos que resultan indispensables para vivir. Este proceso se encuentra anclado al territorio, el cual determina de qué manera y quiénes acceden a los distintos alimentos.  

En la definición más exacta del término, la alimentación es el proceso voluntario y consciente de ingerir alimentos para satisfacer la necesidad de comer. Sin embargo, los matices comienzan cuando observamos que este derecho no es garantizado en todos sus aspectos y que no todas las personas poseen las mismas condiciones para lograr una alimentación adecuada. Las limitaciones más importantes sobre esta garantía es la imposición de lógicas empresariales y mercantiles.

Resulta imprescindible plantear a la alimentación como un largo proceso que inicia en la planificación de la producción y culmina con el plato que vemos en la mesa. Todo lo que sucede en el medio es parte de un entramado de relaciones económicas, políticas y sociales, es por eso que el rol del Estado y las políticas públicas vinculadas al tema deben hacer un análisis sobre las condiciones estructurales de cada lugar.

Para entender este fenómeno de manera integral es preciso echar luz sobre el concepto de soberanía alimentaria. Cuando hablamos de soberanía alimentaria se relaciona al derecho de los pueblos a plantear sus propias políticas y estrategias vinculadas a los alimentos, contemplando la producción, distribución y consumo de los mismos. Es una manera política de pensar el vínculo de los seres humanos con la alimentación que implica la posibilidad de ejercicio de autoridad sobre las formas de hacerlo. Otro factor importante es la información que circula al respecto: cómo se producen los alimentos, quienes los producen y en qué condiciones. Por ejemplo, si se vela por el cuidado de la naturaleza y los derechos de las y los trabajadores. 

Una de las grandes defensoras del concepto es Myriam Gorban. Ella llevó adelante la tarea de difundirlo en el país luego de asistir a la Cumbre Mundial de la Alimentación en Roma, en 1996, organizada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Es investigadora y militante, y se convirtió en referente indiscutida en esta área. 

Kita, como es apodada frecuentemente, es licenciada en nutrición, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de Rosario, de La Plata y de Mar del Plata. Además, fundó la cátedra de soberanía alimentaria en la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA. 

En una entrevista para Télam, expresó sobre la soberanía alimentaria: “Es un concepto político. En el plano de la alimentación, en el caso de un país como el nuestro, significa que tenemos todas las condiciones para lograr la alimentación que la población necesita: disponibilidad, variabilidad. Pero también existe el problema del acceso, la falta de equilibrio entre los costos y el salario, que es lo que explica que el 40% de las personas sean pobres”.

De esta manera introduce el factor de la clase como un condicionamiento para el acceso a una alimentación variada, nutritiva y de calidad. En otro momento de la entrevista sostiene que la pobreza en nuestro país no es sinónimo de hambre, pero sí de limitaciones. Con esto busca describir la situación en la que el hambre como tal es una situación extrema a la que no siempre se llega en los sectores más empobrecidos, pero que sí son muchos los casos en que en función de la situación económica se opta por alimentos baratos y ultraprocesados priorizando la cantidad en lugar de la calidad.

Pensar la alimentación desde una perspectiva soberana es indispensable en territorios como Argentina en particular y América Latina en general. Ejemplos como el de Kita nos invitan constantemente a reconocer la importancia de la alimentación como proceso, entenderla como un pilar de la sociedad presente y futura, y luchar hasta que sea un derecho garantizado para todos y todas.

Plan Nacional de Seguridad Alimentaria

Este Plan fue creado en 2003 en el marco de la Ley 25.724, con el objetivo de posibilitar el acceso de la población en situación de vulnerabilidad social a una alimentación complementaria, suficiente y acorde a las particularidades y costumbres de cada región del país.

Una de sus líneas fundamentales es la implementación de la Tarjeta Alimentar a las que el Estado
transfiere dinero para la compra de alimentos, de manera que las personas eligen libremente que
alimentos comprar de acuerdo a sus gustos y hábitos. Por otra parte, también se realiza apoyo alimentario a comedores escolares, comedores comunitarios y merenderos.

Siguiendo esta línea, en 2020 se creó el Plan Argentina Contra el Hambre, que impulsa el Programa ProHuerta dirigido a familias en situación de inseguridad alimentaria, productores y organizaciones de la agricultura familiar, campesina e indígena; así como también a sectores de la economía social y popular, el cual promueve la producción agroecológica y el acceso a productos saludables para una alimentación adecuada. Además, brinda educación alimentaria y ambiental, asistencia técnica y capacitación, entre otros.

TEMAS: