Histórica condena en la justicia argentina

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En un fallo histórico, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) n° 25 condenó a prisión perpetua a los tres efectivos de la Policía de la Ciudad, involucrados en la muerte de Lucas González, un joven de 17 años, que fue baleado el 17 de noviembre de 2021 a metros de villa Zabaleta. Esta decisión de la justicia argentina, configura una condena emblemática a la violencia institucional, al incluir como agravante la figura del ‘odio racial’.

Tres policías fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato de Lucas González, un joven de 17 años que volvía de entrenar junto a tres amigos tras regresar de un entrenamiento. Lucas jugaba en las inferiores de Barracas Central, y aquel 17 de noviembre de 2021, volvía en un auto con sus amigos, hasta que fue interceptado por efectivos de la Policía de la Ciudad en un auto sin patente, estos mismos balearon al vehículo en donde se trasladaban los cuatro jóvenes.

El TOC n°25 dio un veredicto histórico para la justicia argentina al condenar un caso de violencia institucional con la figura de ‘odio racial’ como uno de sus agravantes.

Según la justicia, fue el odio racial el que impulsó a los autores de este hecho, y de esta manera, se generó la primera condena de estas características en nuestro país. La pena fue por homicidio quíntuplemente agravado por cometerse con arma de fuego, con alevosía, por odio racial, con el concurso premeditado de dos o más personas y abusando de la función de integrante de una fuerza de seguridad. 

Gabriel Alejandro Isassi, Juan José López y Fabián Andrés Nieva, fueron condenados a prisión perpetua, mientras que otros cinco acusados fueron condenados con penas entre seis y tres años de prisión por encubrimiento, otro acusado fue condenado a ocho años de prisión y otros cinco acusados fueron absueltos.

“Esta es una sentencia histórica para la Argentina. Nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo de violencia institucional con racismo, por odio racial. Los mataron porque eran negros, porque eran marrones”, expresó emocionado Gregorio Dalbón, el abogado de la familia de Lucas, y a su vez, aseguró que esta sentencia “recorrerá el mundo”.

Además, Dalbón reconoció: “Quiero avisar a todos los miembros de la Policía que no es contra toda la Policía. No por estos asesinos tenemos que echarle la culpa a una fuerza como lo es la Policía de la ciudad de Buenos Aires”. En tanto la familia de Lucas, mencionaron que hubo estigmatización y discriminación hacia Lucas, sumada a la alevosía en el accionar de las fuerzas de seguridad. 

Este caso tiene una importancia trascendente en el escenario actual del país, donde se habla cada vez con más liviandad de términos como ‘mano dura’, o de ‘poner orden’, sin medir circunstancias ni consecuencias, radicalizando ese tipo de discursos de cara a la contienda electoral que se aproxima. 

Es necesario repensar la gravedad de estos hechos, y que ni la estigmatización ni la discriminacion por cuestiones físicas o de estatus social, pueden determinar un accionar deliberado de las fuerzas de seguridad que termine con la vida de personas con toda una vida por delante.

La violencia institucional y el racismo estructural no pueden ser naturalizados en nuestra sociedad.

Por eso, es necesario refutar aquellos discursos de odio, con nuevas maneras de comunicación positiva que incluya a todo el conjunto social.

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