Por infancias libres, con derechos y dignidad

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Según la Organización de las Naciones Unidas, en la actualidad hay más de 160 millones de niños y niñas trabajando.

El mundo atraviesa problema social complejo: el trabajo infantil. En él, influyen factores económicos, políticos, sociales y culturales, y se presenta de diversas maneras y en diferentes ámbitos, donde se vulneran derechos y se impide que el acceso a la educación pueda efectivizarse en su plenitud.

Entre fines del siglo XX y principios del siglo XXI, en gran parte del mundo se lograron avances normativos destinados a proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes. Entre estos avances se incluyen la institucionalización de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) en el 2000 y la sanción de la Ley 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente en 2008, la cual establece la edad mínima de admisión al empleo en 16 años y también las condiciones de protección especial hasta la mayoría de edad. Estas medidas complementan y actualizan la Ley 20.744 de Contratos de Trabajo, demostrando la necesidad de contar con sanciones y penalidades para quienes obliguen a ejercer el trabajo infantil.

En tanto, normativas como la Ley Nº 26.606 de Educación Nacional en su artículo 82, establecen que: “Las autoridades educativas competentes participarán del desarrollo de sistemas locales de protección integral de derechos establecidos por la Ley Nº 26.061, (…) promoverán la inclusión de niñas y niños en espacios escolares no formales como tránsito hacia procesos de reinserción escolar plenos. (…) Asimismo, participarán de las acciones preventivas para la erradicación efectiva del trabajo infantil”.

En 2023, Argentina logró el estatus de “País Pionero” de la Alianza 8.7, la misma se entrega a los países que adoptan legislaciones y mecanismos de coordinación para promover enfoques renovadores para erradicar esta problemática. 

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El trabajo infantil se extiende en contextos de pobreza, analfabetismo y con elevados niveles de informalidad laboral. Las limitaciones en el acceso al sistema educativo y sanitario, la ausencia de políticas de Estado y la invisibilización del problema, confluyen en escenarios comunes. Es así que, niños, niñas y adolescentes sufren violaciones de derechos humanos básicos que se reflejan no solo en el trabajo infantil sino en la imposibilidad de satisfacer sus necesidades básicas. Se estima que en 2019 había más de 150 millones de niños/as menores de 15 años que ejercían labores remuneradas y para el 2024 ya alcanzó 160 millones. Tareas en áreas como la agricultura, industria, producción, comercio, construcción, minería, pesca, labores domésticas y venta ambulante, son en las que se desempeña gran porcentaje de la población infantil a nivel mundial. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableció en el año 2002 al 12 de junio como el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, con el objetivo de sensibilizar, concientizar y comprometer a los Estados de todo el mundo a desarrollar acciones que tiendan a disminuir y erradicar el trabajo infantil. En este sentido, hacen un llamamiento a la aplicación real del Convenio número 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las peores formas de trabajo infantil; el refuerzo de la acción nacional, regional e internacional para poner fin al trabajo infantil en todas sus formas, incluidas las peores, mediante la adopción de políticas nacionales y el tratamiento de las causas profundas, tal como se pide en el Llamamiento a la Acción de Durban 2022; la ratificación universal y la aplicación efectiva del Convenio número 138 de la OIT sobre la edad mínima, que, junto con la ratificación universal del Convenio número 182 lograda en 2020, proporcionaría a todos los niños protección jurídica contra todas las formas de trabajo infantil.

Según datos relevados por la OIT, la región con más trabajo infantil es África con un 19,6%. Luego está Asia (7,4%), América (5,3%), Europa y Asia Central (4,1%), y  los países Árabes (2,9%). Esto se traduce en que en las regiones de África y Asia y el Pacífico juntas alcanzan la cifra de casi nueve de cada diez niños/as en situación de trabajo infantil en el mundo; mientras que, en las Américas llega a 11 millones, Europa y Asia Central alcanza 6 millones y en los Estados Árabes se aproxima a 1 millón.

A pesar de los avances significativos que redujeron la presencia de esta problemática, en los últimos años se produjo un retroceso a nivel mundial, por lo que es necesario aunar esfuerzos e impulsar iniciativas encaminadas a erradicar el trabajo infantil en todas sus manifestaciones, para que las infancias se desarrollen a través de una calidad de vida digna, forjando su destino jugando y estudiando. 

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