Irina Werning es una fotógrafa argentina nacida en Buenos Aires. En su cuenta de Instagram se lee “Stories from Argentina and around” (Historias de Argentina y alrededores) y en eso se basa su proyecto personal.
Con una larga carrera profesional y una impronta muy propia, Irina vivió en muchas partes del mundo, es licenciada en economía y tiene un máster en historia. Sus fotos parecen relatos, ya que además de la estética, lo que resalta es la expresividad de las personas que retrata incluso aunque no siempre se vean sus caras.
En 2022 ganó el premio World Press Photo, un prestigioso concurso anual de fotografía de prensa en que se llevó la categoría “Historias”. Las fotografías que realizó fueron a Antonella Bordón, una niña de 12 años con pelo muy largo que prometió cortar cuando pudiera volver a clases presenciales después de la pandemia. Los jurados del concurso interpretaron la obra como una forma de resistencia y una muestra del valor del cabello.
Uno de los grandes proyectos de Werning es “Dear Long Hair”, una serie de fotografías de mujeres con pelo sumamente largo. En sus redes sociales y entrevistas, la fotógrafa describe por qué este rasgo le llama particularmente la atención. En sus múltiples viajes, destaca que en otros países no es común ver personas con pelo tan largo y de esta manera entendió que en realidad es una costumbre muy latinoamericana, relacionada con nuestras raíces y con la cultura híbrida e indígena.
A partir de comprender los orígenes del pelo largo en nuestro país, nace su pasión por encontrar y retratar mujeres con largas cabelleras. Para eso sale en su búsqueda, organiza competencias, pone anuncios en diarios y Facebook y confía en el boca en boca. Además, pone el ojo especialmente en las zonas donde esta costumbre se potencia.
En el mes de abril Irina subió un posteo en el que contaba cómo había logrado hacer realidad un viejo sueño. Este fue el de realizar una competencia de pelo largo en el Barrio Mugica, uno de los barrios en situación de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires.
En diálogo con Mundo Villa cuenta cómo surge la idea: “Hace 17 años que fotografío a mujeres con pelo largo en Argentina. A través de los años, fui investigando y entendiendo el origen de la importancia del pelo largo en nuestra cultura. En las culturas originarias, el pelo es vida, es una manifestación física de nuestros pensamientos y de nosotros mismos. Lo mismo sucede con los pensamientos de la Madre Tierra, podemos ver el constante crecimiento de sus hierbas; que desde tiempos ancestrales fueron usados por los pueblos indígenas con fines medicinales de curación física y rituales que ellos consideraban sagrados”.
La sabiduría ancestral, la fuerza invisible relacionada a los ritos, la herencia entre generaciones y las creencias de que el cabello es una extensión de las ideas, son para la fotógrafa los disparadores para uno de sus trabajos más queridos. Irene encuentra magia en una costumbre que solo resalta en contraste con otras culturas, y su mirada comprometida con la realidad de la región se ajusta al lente de su cámara cuando elige qué cosas retratar.
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