El Club Atlético Banfield convirtió un momento televisivo que se volvió viral en redes sociales en una campaña de concientización sobre el cáncer de mama. La protagonista del video, una socia del club llamada Gisela, contó su verdadera historia y transformó lo que había sido una escena objeto de burlas en un mensaje de prevención y empatía.

Durante el entretiempo del partido entre Banfield y Tigre, las cámaras de televisión captaron a dos mujeres conversando en la platea. Los gestos de una de ellas, Gisela, fueron interpretados de manera sexual y humorística por usuarios de redes sociales, y el video rápidamente se viralizó. Un mes después, el club del Sur bonaerense decidió intervenir y darle un nuevo sentido al episodio. En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, Banfield lanzó una campaña bajo el lema “Hagamos viral la prevención”, invitando a la reflexión y al cuidado.
En el video difundido por las redes oficiales del club, Gisela relató el verdadero motivo de su charla: “Hace un año y medio que vengo controlándome unos nódulos y me hago mamografía y ecografía cada seis meses. Lo que estaba contando era una buena noticia: me había dado bien el resultado. Por eso el gesto”. Con serenidad y valentía, la socia aprovechó la oportunidad para hablar de la importancia del control médico y de la detección temprana.
La mujer también se refirió al impacto de la exposición en redes sociales: “El video fue sacado de contexto. A veces hay que pensar un poquito antes de subir algo, hay que pensar en la otra persona”. Su testimonio resonó con fuerza y abrió un debate sobre el uso responsable de las redes y la empatía ante las historias ajenas.
Hagamos viral la 𝐩𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 🩷
— Club A. Banfield (@CAB_oficial) October 19, 2025
Hablar, cuidarse y acompañar también salva vidas. Te invitamos el 25 de octubre al 🏫 𝐈𝐂𝐀𝐁 para seguir promoviendo la salud y conciencia colectiva.
🔗 Inscripción previa: https://t.co/GsyvzExyqj
19 de octubre | 𝐃𝐢́𝐚… pic.twitter.com/PbejsDeUBj
Hagamos viral la prevención
La campaña impulsada por Banfield incluye una charla abierta en el Instituto Club Atlético Banfield (ICAB), prevista para el 25 de octubre, donde profesionales de la salud brindarán información sobre controles mamarios, hábitos saludables y detección temprana del cáncer de mama.
“Hagamos viral la prevención. Hablar, cuidarse y acompañar también salva vidas”, expresa el mensaje institucional que cierra el video. La iniciativa logró lo que pocas campañas consiguen: transformar un hecho banal en un acto colectivo de concientización y salud pública.
A través de la voz de una mujer real, que decidió convertir un malentendido en una oportunidad educativa, Banfield colocó en el centro de la escena una verdad urgente: el cáncer de mama detectado a tiempo puede curarse en más del 90% de los casos.
Según el Dr. Sebastián Alba Posse, cirujano oncológico y especialista en patología mamaria del Hospital de Clínicas de la UBA, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en Argentina, con más de 21.600 casos nuevos por año, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este cáncer se origina en el crecimiento anormal de células en los tejidos mamarios. Existen factores de riesgo no modificables, como la edad o los antecedentes familiares, pero muchos otros sí pueden prevenirse: sedentarismo, obesidad, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. “El estilo de vida juega un rol crucial en la prevención”, explica Alba Posse.
Las sociedades médicas recomiendan que las mujeres sin antecedentes familiares comiencen los controles a los 40 años, mientras que aquellas con antecedentes directos deberían hacerlo 10 años antes de la edad en que fue diagnosticado su familiar más cercano.
Los controles incluyen mamografía anual y, en algunos casos, ecografía mamaria, herramientas que permiten detectar lesiones antes de que sean palpables y aumentan las chances de éxito en los tratamientos.
La historia de Gisela y la campaña de Banfield recuerdan que la prevención no solo depende de la medicina, sino también de la empatía, la comunicación y el compromiso colectivo. Detrás de cada control a tiempo puede haber una vida salvada.
Tocarse también es quererse.