Claudia Sheinbaum se convierte en la primera presidenta de México

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La flamante presidenta rindió protesta en la Cámara de Diputados. Sheinbaum se convierte en la primera mujer en gobernar México desde su independencia en 1821.

A más de 200 años de su independencia, México tiene su primera presidenta. La asunción de Claudia Sheinbaum representa un hecho histórico ya que es la primera mujer gobernar el país mexicano desde su independencia en el año 1821, hito que se consolidó luego de que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador -que finalizó su mandato tras seis años-, se sacó la banda presidencial que pasó a las manos de Ifigenia Martínez, economista, catedrática y política mexicana, que fue la encargada de dar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum.

La presidenta de México que ganó las elecciones nacionales en junio de este año, rindió protesta afirmando “guardar y hacer guardar la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidenta de la República, que el pueblo le ha conferido”, y agregó: “Si así no lo hiciere, que la nación me lo demande”.

Cabe destacar que el acto se llama “toma de protesta” ante la representación popular, la Cámara de Diputados y Senadores, quienes se encargan de tomar esa declaración. Contrario de lo que ocurre en otros países, en la ceremonia de investidura mexicana no hay un juramento ni se abre espacio a simbolismos religiosos, ya que México dejó su vínculo con la Iglesia en el siglo XIX, dejando de lado el juramento religioso y adoptando la terminología de “protesta”.

En su discurso de asunción, Sheinbaum agradeció el acompañamiento de 105 países, señalando esto como un reflejo de la amistad que había con varios países del mundo, y destacó el apoyo de presidentes de otras naciones. 

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“La respuesta es: cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal a uno que nació del amor al pueblo y la honestidad: el humanismo mexicano, por eso hablamos de una transformación profunda. Y a todas y a todos les ha ido mejor. Vamos a seguir con el humanismo mexicano, con la Cuarta Transformación”, dijo la presidenta mexicana en su discurso. Además, aprovechó para referirse a las mujeres de su país en este momento tan importante, y aseguró: “Llegamos todas. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas. Somos una gran nación”

También le dio lugar a cuestiones elementales como los programas sociales, planes de energía para alcanzar la soberanía alimentaria, mejorar el transporte construyendo más vías de trenes de pasajeros y de carga, cuidar el ambiente -haciendo foco en la importancia del agua-, la educación y la ciencia, y centralizó gran parte de su discurso en la seguridad afirmando que dará “atención a las causas de la violencia y cero impunidad; Inteligencia a investigación; fortalecimiento de la GN, pues su pase a la Secretaría de la Defensa Nacional no significa su militarización; coordinación entre instituciones de los tres órdenes de gobierno”.  

“No les voy a defraudar, les convoco a seguir haciendo historia. ¡Que viva la Cuarta Transformación! ¡Que viva México! ¡Que viva México! ¡Que viva México!”, concluyó Sheinbaum. 

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