Argentina sumará un nuevo capítulo a su historia científica y tecnológica: el microsatélite Atenea, desarrollado por la CONAE junto a universidades públicas y organismos nacionales, formará parte de la misión Artemis II de la NASA, el primer vuelo tripulado que orbitará la Luna después de más de 50 años. Será el único satélite latinoamericano integrado a la histórica misión, cuyo lanzamiento está previsto entre febrero y abril de 2026 desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Estados Unidos.

Un desarrollo nacional con proyección internacional
El desarrollo de Atenea fue posible gracias al trabajo conjunto de la UNLP, la UNSAM, la FIUBA, la CNEA, el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la empresa estatal VENG S.A., consolidando un ejemplo de articulación entre ciencia, universidad e industria nacional. El proyecto se enmarca dentro del Programa SARE (Sistema Argentino de Alta Revisitación), que impulsa la producción ágil y de bajo costo de satélites para observación terrestre y exploración espacial.
Con apenas 15 kilos y dimensiones de 30 x 20 x 20 centímetros, Atenea validará tecnologías críticas para futuras misiones espaciales, como la medición de radiación, la recolección de datos GPS por encima de la constelación, las comunicaciones de largo alcance y la evaluación de componentes electrónicos. En septiembre de 2025 se completó su etapa de integración en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en Córdoba, donde superó con éxito las pruebas de vibración, termovacío y compatibilidad electromagnética exigidas por la NASA.
“La participación en esta misión demuestra que nuestras capacidades técnicas y operativas están al más alto nivel internacional”, destacó Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la CONAE. Por su parte, Marcos Actis, decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, afirmó: “Ser parte de una misión que significará el retorno de tripulaciones a la órbita lunar nos llena de orgullo”.

La misión Artemis II: un regreso histórico a la Luna
La misión Artemis II marcará el regreso del ser humano a la Luna más de cinco décadas después del programa Apolo. El vuelo llevará a cuatro astronautas a bordo de la nave Orión en un viaje de diez días alrededor del satélite natural. Antes del acercamiento, el cohete liberará los CubeSats internacionales, entre ellos Atenea, junto a desarrollos de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudita.
Más allá de su dimensión científica, el proyecto también representa un símbolo de cooperación internacional y del valor de la educación pública argentina, que vuelve a posicionarse en la vanguardia tecnológica mundial. El nombre Atenea, inspirado en la diosa griega de la sabiduría y la estrategia, refleja el espíritu con el que fue concebido: conocimiento, planificación y cooperación.
Con su participación en Artemis II, Argentina vuelve a mirar hacia la Luna, pero con los pies firmes en su propio territorio.