Todos los 7 de agosto se conmemora el Día de San Cayetano. Miles de creyentes de todo el país concurren al santuario que está ubicado en el barrio de Liniers, para celebrar la misa, y pedir por paz, pan y trabajo.
Como cada 7 de agosto, se conmemora el Día de San Cayetano, y miles de personas estuvieron acampando desde hace días atrás en las inmediaciones del santuario ubicado en el barrio porteño de Liniers. Tanto en este santuario, como en diferentes puntos a lo largo y ancho del país, miles de fieles agradecen a San Cayetano con espigas de pan, cintas rojas, velas, estampitas, entre otros elementos.
En esta celebración, se destaca la devoción a Cayetano de Thiene, quien fue un ferviente defensor de la justicia social y la solidaridad. En su obra, puso énfasis en proporcionar ‘paz, pan y trabajo’ para todos y todas. Esta preocupación por el bienestar material y espiritual de la población, lo convirtió en un santo venerado especialmente por aquellas personas que buscan empleo, estabilidad económica, y una vida dentro de los márgenes de la dignidad.
“En realidad, cuando le pedimos al santo del pan y el trabajo, pan y trabajo le estamos pidiendo paz. La paz se construye en lo concreto, en el amor a lo concreto. Cuando nosotros luchamos de verdad para que todos puedan tener trabajo y para que sean respetados todos los trabajadores, aún aquellos que no pueden vivir la plenitud de todos sus derechos”, expresó el monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
San Cayetano nació el 1° de octubre de 1480, durante sus estudios se distinguió en teología y se doctoró en Derecho Civil y Canónico en 1504. Se dedicó al orden sacerdotal, privilegiando los principios de oración, caridad y entrega al prójimo. Además, fue senador de Vicenza. Fundó en Roma, la Cofradía del Amor Divino, y al ingresar al oratorio de San Jerónimo, incluyó a personas laicas y pobres. Se dice que él mismo atendía y servía a los enfermos y pobres de la ciudad, demostrando una verdadera vocación solidaria.
El 7 de agosto de 1547 falleció en la ciudad italiana de Nápoles. La Iglesia Católica designó esta fecha a nivel internacional, para poder conmemorar al Patrono del pan y del trabajo.
En nuestro país existe la fuerte creencia de que San Cayetano puede ayudar a las personas desempleadas o en búsqueda de trabajo a conseguir un empleo. De esta manera, las oraciones están destinadas a pedir o agradecer por sus intervenciones divinas en el ámbito laboral de las personas.
San Cayetano es para el pueblo un símbolo de comunidad y esperanza, y sobre todo, es una contención espiritual para miles de familias que sueñan con un futuro mejor.
