Las jóvenes lograron los puestos 2º y 4º, y la final será en abril del año que viene compitiendo contra soldadores profesionales de todo el país.
Luna Ortega y Lucila Durán son dos estudiantes de escuelas técnicas secundarias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que llegaron a la final del Torneo Nacional de Soldadura entre 25 alumnos varones. Ambas participaron en el II Torneo Jurisdiccional de Soldadores y obtuvieron el segundo y el cuarto puesto. Luna es alumna de la Escuela Técnica Nº 33 de Pompeya, mientras que Lucila cursa en la Escuela Técnica Nº Otto Krause.
Este torneo convoca a soldadores y soldadoras de todo el país y de distintas edades, donde participan estudiantes y trabajadores del rubro. La final será en abril del 2025, en donde las jóvenes competirán contra soldadores profesionales de todo el país.
“Somos las primeras chicas en llegar a la final del Torneo Nacional de Soldadura”, expresó Luna en el video publicado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y afirmó: “Me empezó a gustar la soldadura en el segundo año de mi colegio. Lo hice solo un mes. Soldaba muy poquito, una que otra cosa. Pero este año, que no tengo soldadura ni herrería, cuando se me dio la oportunidad de participar en el torneo, me metí. Entré para volver a soldar”.
Además, Luna contó que si bien antes no sabía lo que era una escuela técnica, pero que fue aprendiendo cosas a medida de que avanzaban los años. “Fui aprendiendo cosas a medida que avanzaban los años: pasé por carpintería, por polímeros, moldes, ajustes, modelado mecánico, tornería”, detalló.
En tanto, Lucila detalló su experiencia en la competencia: “Al principio no me gustaba soldar, pero un profesor me explicó y me empezó a encantar. Me resultó divertido. Estuvimos practicando durante cuatro semanas. Salí al cuarto puesto y pasamos al torneo nacional. Me sorprende como nunca ninguna mujer llegó hasta acá. Siento una re oportunidad por todo el esfuerzo que metí. Lo que más me gusta de la escuela técnica es el sector de taller. Me encanta ahora la soldadura, después me encantaría trabajar de esto”.
Este torneo pone en valor un oficio sumamente importante en la historia de la industria nacional y construcción metalúrgica, resaltando la trascendencia de las escuelas técnicas para el desarrollo profesional de los alumnos y alumnas.