Con motivo del 40º aniversario del Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Mar del Plata, el mismo fue declarado patrimonio intangible del partido de General Pueyrredón.
La ciudad de Mar del Plata se destaca por ser uno de los primeros lugares donde se creó una organización de ex combatientes de la Guerra de Malvinas: el 9 de septiembre de 1984 nació el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas (CESC), con el objetivo de “responder a todas las necesidades” de los ex combatientes que regresaron del conflicto bélico, y a la vez, “mantener viva la llama de Malvinas”.
Esta institución se encargó de promover durante todos estos años la articulación de estrategias, impulsadas por los ex soldados y sus familiares, que buscaron generar mejores condiciones para la visibilización de la Cuestión Malvinas. Este camino fue muy importante en la primera etapa de la posguerra, sobre todo para la formación de la identidad de los ex soldados y para la restauración democrática de la sociedad argentina.
El estatuto del CESC establece como principios orientadores: honrar la memoria de los caídos en las acciones bélicas del Atlántico Sur; desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre los ex soldados, impulsando el mejoramiento intelectual y cultural de ellos; formar un grupo dispuesto a colaborar ante cualquier emergencia en la ciudad o el país; defender los derechos soberanos en el Atlántico Sur de todo dominio colonialista e imperialista; y promover el mejoramiento en la recuperación física, psíquica y social de los ex soldados combatientes.
Además, el CESC impulsa la defensa de los derechos humanos y el estado democrático, como así también, el mantenimiento de la idea malvinizadora en el pueblo, la colaboración en el esclarecimiento total de los derechos y responsabilidades en el conflicto bélico del Atlántico Sur, la conducción a la unidad nacional de los ex combatientes, la lucha por la paz y el desarme mundial.
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El origen del proyecto que dio vida al reconocimiento del CESC como “Patrimonio Intangible”, surgió justamente de una iniciativa del centro que trasladó a la Universidad Nacional de Mar del Plata la inquietud de elaborar un archivo oral y/o audiovisual con testimonios de ex combatientes, que desde hace tiempo buscan dar a conocer su punto de vista sobre el pasado y dejar un registro disponible para las generaciones venidera. También, difundir a través de actividades conjuntas con otros actores de la sociedad civil y de las instituciones, los testimonios de ex combatientes y sus experiencias en la posguerra.
De esta manera, este camino se basó en la reconstrucción de experiencias de los ex combatientes de la ciudad de Mar del Plata, para preservar sus testimonios en un archivo digital de acceso público y analizarlos desde una perspectiva transdisciplinar, con material y actividades que acerquen el registro audiovisual a la comunidad en conjunto con distintos dispositivos de difusión masiva.
El proyecto fue aprobado por unanimidad, y había sido presentado en julio con la firma de todos los presidentes de bloque en el Concejo Deliberante. Como motivo del 40° aniversario de la fundación del CESC, esta declaración lo enaltece poniendo en valor sus aspectos característicos tales como el de ser constituido como uno de los pocos centros “puros” de soldados del país, en tanto permitió el ingreso como miembros de soldados conscriptos, una decisión que sigue vigente, además de incorporar la categoría de socio adherente para todas las personas que quieran formar parte del Centro, utilizándose todo lo recaudado de lo que ingresa por cuota social para fines benéficos.