Alejandro Sabella: fútbol, valores y convicciones

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A tres años del fallecimiento del ex director técnico de la Selección argentina, recordamos el legado de quien supo dejar una huella en el corazón del pueblo argentino.

Alejandro Sabella nació el 5 de noviembre de 1954 en Buenos Aires. Realizó su carrera como jugador en las divisiones inferiores de River Plate, y se destacó por su inteligencia con la pelota en los pies, y su visión de juego. “Pachorra”, jugó como mediocampista y fue un jugador respetado en el fútbol argentino.

Tras retirarse como profesional, se dedicó a la conducción técnica: primero fue ayudante de campo de Daniel Passarella, pasando por clubes como River Plate, la Selección argentina, clubes del fútbol italiano, la Selección uruguaya, Monterrey de México, y Corinthians de Brasil.

Su salto indudable como entrenador, se produjo al llegar a Estudiantes de La Plata, donde se consagró campeón de la Copa Libertadores de América en 2009 y del torneo local. Además, estuvo a pocos minutos de ganarle la final del Mundial de Clubes al Barcelona dirigido por Pep Guardiola, que contaba con jugadores de la talla de Messi, Xavi, Iniesta, entre otros.

En 2011 asumió el cargo de director técnico de la Selección argentina y llevó al equipo a la final de la Copa del Mundo de 2014 en Brasil. Más allá de que el seleccionado nacional haya caído ante Alemania en el partido definitivo, el enfoque táctico y la capacidad motivadora de Sabella, dejó una huella importante en el corazón de los argentinos y argentinas.

Alejandro Sabella no ocultó su interés e involucramiento por las causas nobles; en una entrevista que dio para la publicación Garganta Poderosa, contó que durante su juventud, en los días en los que no entrenaba, se dedicaba a realizar actividades sociales para colaborar con los que más necesitaban y le daba lugar a diversas lecturas relacionadas con el movimiento nacional. También, confesó que repartía su tiempo libre en preparar cemento y levantar casillas en villas de emergencia.

“Mucha gente va por el camino equivocado de la vida, pero qué posibilidades se les brindaron en la vida, qué posibilidades se les brindaron que tienen que ver con la salud, la educación, la vivienda, el trabajo como para darle el marco de igualdad”, remarcó.

El 13 de julio de 2014, Sabella dirigió su último partido como técnico de la Selección, en el encuentro disputado en el estadio Maracaná. El combinado nacional ya llevaba tres años bajo su conducción, y tenía baluartes importantes como Mascherano, Maxi Rodriguez, Messi, Aguero, Higuain, Romero y Di María, había superado la fase de grupos sin problemas, como también las etapas definitorias, incluyendo el triunfo por penales ante Holanda. En la final contra Alemania, el seleccionado argentino tuvo chances claras que no pudo concretar y fallos arbitrales que jugaron en su contra; la victoria de la Selección europea llegaría con un gol a muy pocos minutos del final, frustrando el sueño mundialista de los argentinos.

Al regresar al país, el plantel subcampeón del mundo recibió la visita de Cristina Fernández, quien por entonces era presidenta de la Nación, que felicitó a los jugadores por su desempeño en el certamen. Luego de las palabras de la presidenta, Alejandro Sabella también se expresó ante sus dirigidos y las autoridades nacionales: “Siempre cuando hablo de ellos parecería que estuviera por encima de ellos por ser el director técnico, pero yo no estoy por encima, soy parte junto con mis colaboradores”, dijo y agregó: “Estoy orgulloso por lo que dieron, porque dejaron la piel en cada jugada y como bien dijo usted -refiriéndose a la presidenta-, la patria es el otro, el equipo es el otro. Es lo que ha hecho entusiasmar a toda la gente”.

Alejandro Sabella fue reconocido por el Centro Cultural Caras y Caretas con la entrega del premio Democracia, a pocos meses del mundial que se jugó en Brasil. En ese contexto, el entrenador tomó la palabra por unos minutos y brindó un emotivo discurso donde habló sobre los valores nacionales y lo que representa ser argentino. “Somos representantes de sueños e ilusiones y no nos podemos olvidar nunca de eso. Tenemos que prestigiarlo y en cada una de nuestras actitudes tenemos que dejar bien sentado el orgullo, la dignidad y lo que es ser argentino. En ningún partido, gira u hotel hubo un escándalo o un mal comportamiento. Si podíamos ganar, mejor, pero sabemos que eso no es lo único”, dijo Sabella, y emocionado destacó, “Debemos ser ante todo dignos con nosotros mismos, con nuestros compañeros y rivales. En la victoria y la derrota», y continuó: “Lamentablemente, me duele en el alma no haber traído la copa. Pero este premio (por el reconocimiento), a pesar de haber salido segundos,es una caricia al alma, me reconforta el espíritu. Quiero agradecerle a cada uno de los jugadores”.

También aprovechó la presencia de Estela de Carlotto, presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, y le dedicó unas palabras: “espero que  en esa visita que tuvieron al predio de la Selección, hayamos aportado aunque sea un granito de arena para que puedan cumplir su sueño de encontrar a su nieto, y que le haya servido a otras tantas abuelas para que se acerquen un poco más a la verdad”, y enfatizó: “le agradezco a todas ustedes, que nos hayan iluminado el camino, y que nos hayan abierto los ojos en esas épocas de desesperanza y oscuridad que tuvo nuestra República (…) Lo más importante de todo es que no hayan buscado revancha, y que hayan buscado justicia”.

Pachorra mencionó a Manuel Belgrano como un representante nacional de los valores, en reiteradas oportunidades, y lo definía como un ejemplo a seguir: “Tener sentido de pertenencia me parece importante. Nosotros tenemos sentido de pertenencia hacia nuestra patria, hacia nuestro país y hacia nuestra Selección. Para hablar de generosidad, ahí, en la puerta de la sala, tenemos la bandera de nuestra patria. ¿Qué mayor generosidad que la de Manuel Belgrano, que dio todo por la Patria? Era rico y terminó pobre. Es el ejemplo a seguir, el de la generosidad, el de poner el bien común por encima del individual”. 

El 8 de diciembre de 2020 el corazón de Alejandro Sabella cesó su latido, dejando en miles de corazones un ferviente latido de orgullo nacional y un recuerdo enorme lleno de cariño y gratitud.

Tras la partida terrenal de Sabella, Lionel Messi, a quien el mismo entrenador le confió la cinta de capitán de la Selección, le dedicó un sentido mensaje en sus redes: “Fue un placer compartir tanto con vos. Alejandro era una gran persona, además de ser un profesional impresionante que me marcó en mi carrera y aprendí mucho de él. Vivimos juntos algunos de mis mejores recuerdos futbolísticos durante la etapa de la clasificación al Mundial y también en el Mundial. Mis condolencias a toda su familia y amigos”, y reconoció: “La época que más disfruté con la Selección fue con Alejandro (Sabella), en las Eliminatorias. Si bien empezamos mal, una vez que empezamos a ganar fue una etapa espectacular. En esa época no perdíamos y terminamos en una final de un Mundial. Alejandro era un fenómeno como entrenador y como persona”.

Hoy, en un nuevo aniversario de su partida, el mundo del fútbol (en especial desde Estudiantes de La Plata y sus dirigidos en diferentes etapas) expresa con nostalgia y aprecio el recuerdo de una persona que más allá de sus conocimientos tácticos en el fútbol, supo darle un recorrido de ida y vuelta al deporte entre lo racional y lo emocional, haciendo que su legado viva para siempre.

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