Dos argentinos fabricaron durmientes para las vías del tren hechos con plástico reciclado para ser utilizados por primera vez en el país.
La empresa RFG es una Pyme familiar conformada por Franco y Giuliano Frola, y también por sus padres Mónica y Raúl. Ellos/as se presentaron a una licitación realizada por Trenes Argentinos, donde compitieron con otras 20 empresas locales e internacionales y luego de un año fueron los seleccionados. Hoy cuentan con el compromiso de realizar 100.000 durmientes para entregar en el plazo de tres años.
Los durmientes son piezas estructurales que se instalan de manera transversal en el balasto y se utilizan para brindar un soporte adecuado a los rieles. Actualmente en el sistema ferroviario argentino la mayoría de estas piezas están hechas de madera.
Existen 20.000 kilómetros aproximadamente de vías férreas en Argentina que están fabricadas con durmientes de madera. Giuliano Frola expresa: “En algunos tramos, los trenes no pueden superar los 10 km por hora, porque la madera está podrida; los durmientes de plástico van a reemplazar esas piezas donde haga falta”. La cantidad de 100.000 durmientes que se realizarán resulta a partir de que esa es la cantidad que necesita un recambio en primera instancia.
Su planta industrial se encuentra en Monte Cristo, una localidad ubicada en el departamento Río Primero, en la provincia de Córdoba. Allí llevan adelante la producción de los durmientes, siendo la primera en Argentina y la segunda en Sudamérica junto con Brasil.
El proyecto de los cordobeses tiene múltiples beneficios además de la utilidad en términos prácticos. Por un lado, buscan darle un nuevo uso a las grandes cantidades de residuos que se generan todos los días. Se estima que cada persona produce 1 kg de basura por día, del cual el 15% es plástico. Este es un material con una gran potencialidad ya que lo utilizamos con mucha frecuencia y es propenso a ser reciclado, sin embargo, cuando esto no se realiza termina siendo enterrado o esparcido en océanos. El plástico tiene un largo proceso de degradación, por lo que puede estar muchos años en la naturaleza contaminando y dañando a los animales que se encuentran en la zona.
Otro impacto positivo en el medioambiente por parte de este proyecto es la reducción de la tala de árboles ya que, como mencionamos anteriormente, hasta el momento se utiliza madera para realizar los durmientes. La deforestación es uno de los problemas más importantes dentro de la agenda ambiental en la actualidad y los seres humanos somos la principal causa. Los árboles son fundamentales para la preservación del medioambiente y la salud de las personas, por lo que resulta indispensable ponerle un alto a la explotación indiscriminada de estos recursos y apostar por modelos de sostenibilidad.
Por otro lado, la forma en la que la empresa lleva adelante esta iniciativa tiene un importante factor social en el ámbito del trabajo ya que los plásticos para los durmientes se compran a cooperativas de reciclaje que son quienes reciben y clasifican los materiales. Además de promover una economía circular, genera puestos de trabajo debido a la gran cantidad de piezas que deben elaborar.
Como si fuera poco, te contamos más beneficios sobre esta innovadora manera de realizar durmientes plásticos:
➜ Tienen una gran resistencia y soportan grandes cantidades de peso, siendo apropiados para la circulación de trenes.
➜ Pueden durar hasta 50 años instalados en el mismo lugar, mucho más que los durmientes de madera.
➜ Son reutilizables.
➜ Su instalación es rápida y sencilla.
➜ Únicamente se necesita un molde para volcar el plástico derretido y esperar a que se solidifique.
Si bien la utilización de plástico para los durmientes es un 15% más cara, entendemos que su impacto ambiental y social (hoy en día tan desestimados por la industria) son un valor que sin dudas marca la diferencia. Una vez más la economía circular se pone al servicio del trabajo y el medioambiente.
