Nahir Sánchez es de Villa Soldati, tiene 36 años y es cantante, compositora y bailarina. Comenzó su carrera artística dedicándose a la cumbia y el folklore, pero hoy se encuentra sumergida en el mundo del rock.
Ella es la líder del grupo musical Villera Vip, conformado con sus colegas Mono López con la batería y percusión, Leandro Paladdini en teclas y coros, Luciano Huarte con guitarra y producción musical y Sebastián Lara quien toca el bajo.
Además, asume una gran tarea, la de llevar la identidad de su barrio en cada escenario. Con su grupo de rock alternativo intenta romper con los mandatos sociales y trascender las etiquetas por medio del arte, orgullosa de su historia. “La banda es una performance entre poesía, danza y actuación, es un show con un hilo conductor”, la describe.
Nahir se pregunta por la conformación del imaginario de lo que se produce en los barrios populares. Automáticamente la cumbia se presenta como el estilo musical por excelencia, y se dejan de lado otros tipos de música que se vinculan con la mezcla de culturas provinciales que existen en estos territorios.
“¿Cuál es el estilo que se escucha en la villa? ¿Por qué hay un solo estilo de música villera? Entonces, cuando escuchan el nombre Villera Vip se imaginan un cierto estilo de música que se rompe inmediatamente cuando escuchás la banda. En la villa hay arte de diferentes culturas, mucho folklore mezclado y no hay un solo estilo. Entonces, estaría bueno romper el estigma que generan los medios de comunicación sobre que todo lo malo está en los barrios y sobre todo esto de creer que la música villera tiene que ser una sola”.
La elección del nombre de la banda se vincula con la intención de deconstruir saberes sobre las maneras de hacer arte en los barrios pero también con aquella reivindicación del lugar donde vive. “Me siento representada así. En mi adolescencia trataba de esconderlo. Estudiaba fuera del barrio y ahí no contaba de dónde era”.
“Con el tiempo me empecé a identificar con mi identidad y hacerla carne propia: Soy villera, me crié en un barrio popular lo que me hace tener los códigos que tengo hoy. Y Vip porque una vez me hicieron una entrevista en el barrio en la pandemia y los periodistas decían: ¡Que vip este lugar! Y les dijimos, si somos villeras vip. La gente al pasar me dice “Hola Villera Vip” y está todo más que bien”.
El compromiso de Sánchez también es sororo. Se reconoce feminista y marca como el movimiento visibilizó el rol de las mujeres en los barrios, quienes se cargan al hombro los cuidados comunitarios de los/as vecinos/as con ollas populares. Además, cuenta: “Llevo adelante un espacio para mujeres. Yo doy canto, hablo de feminismo y les enseñó a bailar a muchas madres y mujeres que pasaron por situaciones de violencia de género y que buscan un grupo de contención”.
Por último, reflexiona sobre la pobreza y las oportunidades. Describe su trabajo en el centro cultural “Lo de Carola” (el cual creó y coordina) como una tarea difícil y al mismo tiempo satisfactoria. “A mí me tocó dar clases de canto a pibas que cantan 20 veces mejor que yo y que no tuvieron las mismas oportunidades y de ver pibes que rapeaban de la hostia y después se tienen que ir a changuear. Pero en un centro cultural en un barrio se empezó a transformar en este último tiempo en un lugar de asistencia durante eso corre un poco el foco. Creo que el cerebro y el alma tienen que alimentarse de la misma manera”.