Moda, sustentabilidad y segundas oportunidades: los tres ejes de Xinca

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Fast Fashion

La industria textil es una de las áreas más contaminantes y de mayor impacto social negativo. El llamado fast fashion implica una mega producción de prendas poniendo la cantidad, rapidez y bajos costos como objetivos principales. 

De esta manera, se crea un modelo de negocio en el que no sólo los materiales de la ropa son dañinos para el medio ambiente, sino que las prendas mismas se vuelven descartables debido a que suelen contar con una corta vida útil para apegarse a las tendencias por temporada. Por otro lado, en el afán de optimizar tiempos y recursos en la producción, el capital humano se ve profundamente vulnerado ya que también se escatima en salarios y condiciones laborales. 

Sin embargo, no todas las empresas plantean estas lógicas y algunas de ellas asumen la responsabilidad de sostener otro tipo de condiciones. La empresa Xinca tiene sello nacional y es ejemplo de esto. Seguí leyendo para conocer de qué se trata… 

Nuestras zapatillas son basura y estamos orgullosos

Xinca realiza zapatillas a partir de telas recicladas y residuos de caucho de la producción de neumáticos, siendo el reciclaje una de sus principales técnicas en la confección. Su producción se realiza en el Penal de San Felipe, brindando trabajo y segundas oportunidades a quienes se encuentran privados de la libertad. Además, deciden emplear a personas de sectores vulnerables, de organizaciones sociales y áreas rurales, cuyo acceso al empleo formal suele ser más difícil.

El mendocino Alejandro Malgor es cofundador de la empresa fundada en el año 2013 junto con sus dos amigos y socios, Ezequiel Gatti y Nazareno El Hom. Hoy producen otros productos además de calzado, como indumentaria y accesorios. Venden en Argentina y en Chile, y sueñan con expandirse al resto del mundo.

«La idea era crear una empresa que tuviera un fuerte compromiso social y ambiental, que sirviera de vehículo para una causa más grande, teniendo claro que el producto debía ser igual de bueno, atractivo y competitivo que los existentes en el mercado, sino la causa mayor nunca llegaría a ser algo más que un simple ideal» cuenta Malgor. 

«Como generación, nuestro ideal de progreso se basa en ser rentables poniendo a las personas y el medio ambiente como factores clave del desarrollo, no a costa de ellos«, sostuvo en otra entrevista el director de Xinca.

¿Qué es una empresa B?

Una empresa social de impacto B es aquella que asume un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socio ambiental en el centro de su modelo de negocio. 

Tienen cuatro elementos clave:

  • Propósito: Las motiva la creación de impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
  • Requisito legal: Amplia el deber fiduciario de accionistas y gestores para incluir intereses no financieros.
  • Certificación: Se evalúa y se compromete a mejorar sus estándares de gestión y transparencia.
  • Interdependencia: Son parte de una comunidad (declaración de interdependencia). 

Ta como Xinca, las empresas B plantean un impacto social ambiental positivo que sostienen otros valores además de la ganancia económica sin dejar de lado la rentabilidad. Estas propuestas invitan a repensar el rol tanto de los productores como de los consumidores en la sociedad y el medio ambiente. 

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