Personas extranjeras en las universidades públicas: aulas diversas y democráticas

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La precandidata a presidenta, Patricia Bullrich, se pronunció al respecto de las universidades públicas en nuestro país. En sus palabras, la ex ministra de Seguridad brindó afirmaciones que no se ajustan a la realidad, sobre los extranjeros y las extranjeras que estudian en las universidades. La comunidad académica en general y el propio ministro de Educación refutaron públicamente sus dichos, echando luz sobre este tema. 

Patricia Bullrich participó del XVI Foro Atlántico ‘Iberoamericana: Democracia y Libertad’ y aseguró: “las universidades están vacías de alumnos, tenemos casi la mitad de la matrícula de alumnos extranjeros que vienen y toman las posibilidades que la Argentina da”.

Ante esto, especialistas de la educación de nuestro país expusieron los datos que contradicen y abordan de manera crítica lo expuesto por la ex ministra del gobierno de Mauricio Macri.

En primera instancia, el ministro de Educación, Jaime Perczyk, difundió las cifras oficiales que indican que el total de estudiantes extranjeros y extranjeras de grado, pregrado y posgrado es del 4% en las universidades públicas y del 5,5% en las universidades privadas.

“Argentina tiene casi 47 millones de habitantes, y más de 2,5 millones de estudiantes universitarios con una tasa de escolarización del orden del 5,3%, lo que la convierte en una de las más altas de América Latina, el Caribe y la región y cercana a Chile y España”, afirmó Perczyk desde sus redes sociales.

En su escrito, el ministro de Educación de la Nación dijo que “el 81% de los estudiantes universitarios lo hacen en universidades públicas que son reconocidas por su desempeño académico no sólo en nuestro país sino también en todo el mundo”, y agregó, “los extranjeros que vienen al país son bienvenidos y mejoran nuestra educación porque posibilitan el intercambio con nuestros universitarios y nos permite también que los argentinos cursen carreras de grado y posgrado en el exterior”.

El sistema universitario público, desarancelado y de ingreso irrestricto, configura un orgullo para nuestro país, convirtiéndose en una de las políticas de Estado que se sostienen más allá de las posturas partidarias (aunque en estos tiempos el no arancelamiento de la educación está siendo disputado por algunos espacios políticos radicalizados). La diversidad presente en las aulas, amplía y profundiza el camino democrático, siendo una de las características más importantes del sistema universitario empleado en Argentina que entiende a la educación como un derecho

La diversidad en las aulas, concede la oportunidad de compartir espacio con personas que llevan consigo diferentes creencias y culturas, enriqueciendo la formación y complementando el material académico con las experiencias que se conjugan en un mismo lugar. La admisión de estudiantes provenientes de otras regiones, caracteriza a nuestras universidades por la pluralidad que representan brindando a estudiantes argentinos/as la posibilidad de educarse en contextos interculturales. 

En este sentido, Perczyk añade que desde las políticas de Estado van a “seguir financiando y apoyando la universidad pública porque es uno de los pilares para la democracia plena, la igualdad, la justicia social, el federalismo y el desarrollo económico, social y productivo de la Argentina”.

Jaime Perczyk

De acuerdo a los datos arrojados por el anuario estadístico universitario de 2020, los y las estudiantes que nacieron en el extranjero constituyen el 4,0% del total del estudiantado de pregrado y grado, y el 8,4% de estudiantes de posgrado. Las estadísticas registran estudiantes que nacieron en el extranjero, por lo cual el número total incluye también a las personas migrantes que residen en el país hace muchos años, cursando uno o varios niveles de escolaridad en Argentina. Los motivos de la migración son producto de una decisión familiar y el arribo a la universidad es una apuesta educativa familiar y personal (Ameghino y Mallimaci Barral, UNAJ). 

A la hora de aludir motivos de ‘utilización de recursos del Estado’ por parte de las personas extranjeras, cabe destacar que quienes nacieron en nuestro país sostienen la educación recibida a través de impuestos que abona y recauda la administración estatal, y de igual manera, las personas extranjeras en cualquiera de las condiciones que hayan llegado al país, también realizan su aporte como el resto de la sociedad que consume en nuestro territorio. Vale destacar, que la Constitución Nacional en su artículo 20, menciona que “los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano”, respaldando la idea de tener una país de puertas abiertas sin distinción del origen de las personas migrantes.   

Dicho esto, podemos destacar que existe una diversidad entre las personas migrantes que estudian en las universidades públicas, tal como los hijos y las hijas de migrantes que llegan al país desde su niñez o juventud, y realizan parte de su trayectoria educativa en Argentina, llegando a la universidad por cuestiones de movilidad social intrafamiliar; migrantes que llegan a Argentina en su vida adulta, desde países limítrofes, aludiendo a múltiples motivos; y aquellas personas que migran a nuestro país por motivos de estudio, visualizando en el horizonte educativo una dimensión central en su proyecto de vida (Ameghino y Mallimaci Barral, UNAJ).

Las universidades públicas en nuestro país, son un motivo de orgullo y una fuente de diversidad que nos enriquece como sociedad. Celebrar y alentar a que estudiantes del extranjero vean en este sistema educativo, un proyecto de prosperidad, debe convertirse en un valor agregado y perdurable para que Argentina siga siendo un país que impulse sueños, esperanza y anhelos de millones de jóvenes por muchos años más.

La educación pública, es un derecho que debemos defender para asegurar un futuro mejor. 

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