¿Qué es la estanflación?

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El presidente electo, Javier Milei, anunció que habrá “estanflación” en los primeros meses de su gobierno. ¿De qué se trata y cómo afectará a los argentinos y las argentinas?

Javier Milei, a pocos días de asumir como presidente de la Nación, confirmó que los primeros meses de su gobierno estarán signados por un fenómeno económico llamado “estanflación”, un término que tiene varios años en la teoría económica pero en nuestro país hoy suena como algo novedoso a la vez que abre interrogantes. 

“Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica”, aseguró Milei. Este fenómeno conjuga el estancamiento económico con la inflación, acentuándose con la implementación del programa de ajuste fiscal que anunció el economista durante su campaña electoral, y que reiteró, luego de ser el ganador del balotaje, el pasado 19 de noviembre.

La estanflación define situaciones macro en las que la actividad económica se estanca -o cae- al mismo tiempo que la inflación se mantiene alta. Durante estos períodos las personas van perdiendo poder adquisitivo y, por ende, capacidad de consumo. De esta manera, las compras bajan porque los salarios no crecen y los precios siguen en aumento; además, la generación de empleo disminuye, las inversiones bajan su ritmo y la oferta cae, produciendo un espiral en el cual las personas pierden poder adquisitivo y se incrementan los ratios de pobreza.

El ministro de Finanzas británico, Ian MacLeod, fue el primero en mencionar el término -casi por casualidad- en una exposición en la Cámara de los Comunes el 17 de noviembre de 1965. “Tenemos lo peor de ambos mundos: no sólo inflación por un lado o estancamiento por el otro, sino ambos juntos. Tenemos una especie de ‘estanflación’. Y, en términos modernos, se está haciendo historia”, había expresado el economista al referirse a una situación que una década más tarde quedaría marcada con la crisis del petróleo.

En nuestro país, el primer año de estanflación más claro que puede tomarse es el de 1976 durante el gobierno dictatorial de Jorge Rafael Videla, donde el Producto Bruto Interno (PBI) cayó 2% y la inflación fue de más del 400%. Este fenómeno se prolongó durante los siguientes años, y cuando el Plan Austral impulsado por el gobierno de Raúl Alfonsín buscó ponerle fin a esta situación, la inflación se ubicó en un 385% y el descenso de la actividad económica alcanzó el 7%.

La implementación del régimen de la Convertibilidad, en 1991, frenó la inflación creciente pero no hizo lo propio con la caída de la economía en un proceso que se vio afectado por la aplicación del Consenso de Washington, dañando gravemente el tejido productivo y el ideario de industria nacional.

En 2002, con la reciente renuncia del ex presidente Fernando De la Rúa y el fin de la convertibilidad, volvió un profundo proceso de estanflación que registró el peor descenso del PBI (-10,9%) y una inflación del 40,9%, en los primeros meses del año. 

La estanflación entonces, se presenta como un escenario repleto de complejidades, en donde las políticas económicas para salir de la recesión podrían agravar al índice inflacionario, mientras que aquellas medidas que se destinen a frenar la inflación podrían afectar a la actividad. Por ejemplo: una política que mejore ingresos estimularía al consumo y aumentaría la producción, pero a su vez, podría aumentar los precios al haber mayor demanda por la misma cantidad de productos.

La doctora en Desarrollo Económico, directora de Banco Nación y diputada nacional electa, Julia Strada, explicó en una entrevista para AM750, que lo que este fenómeno genera es “caída de la actividad económica con alta inflación”, y añadió: “Lo que tenemos que remarcar es por qué va a haber inflación. Porque va a haber una política devaluatoria muy fuerte. Él mismo se está anticipando. Pero, además, hay una serie de regulaciones estatales en las que él no cree”.

“Hay que evitar una disparada de precios como la que está impulsando y hacer crecer la actividad económica, que requiere un nuevo marco de generación de dólares. Estamos viendo, por el contrario, casos de despidos en la industria”, y concluyó, “el camino que habría que tomar es exactamente el contrario al que propone Milei”.

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