Oficialización del Programa MenstruAr

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Por medio de la publicación en el Boletín Oficial, se oficializó el Programa Nacional MenstruAr que había sido presentado a fines de mayo del presente año. Este tiene como población beneficiaria a personas menstruantes y busca garantizar una gestión menstrual igualitaria y sostenible.

El programa asesora, capacita y realiza un acompañamiento a los gobiernos locales respecto a la salud menstrual y hace entrega de copas menstruales y toallitas reutilizables a municipios de todo el país. Se estima que alcanzará a alrededor de 12 millones de personas y que tenderá a reducir las brechas de desigualdad signadas por el acceso a productos de salud menstrual. 

Además, el mismo contempla la creación de una mesa intersectorial federal de trabajo integrada por las áreas de género y diversidad de los tres niveles de gobierno, organizaciones sociales, políticas, sindicales, productivas, empresariales, no gubernamentales, tanto del sector público como del privado.

La Ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, plantea las principales motivaciones de este programa cuando sostiene que menstruar implica “una inversión económica que dificulta que miles de mujeres, varones trans y personas no binaries menstruantes puedan gestionar adecuadamente su ciclo menstrual” y que los productos como toallitas o tampones son “hasta un 50% más costosos que el promedio de los valores de los productos de la canasta básica”.

Tanto las copas menstruales como las toallitas reutilizables tienen beneficios en términos económicos ya que requieren de una inversión inicial por persona menstruante cada un largo período de tiempo, así como también presenta ventajas en términos de sustentabilidad.

Las copas menstruales o vaginales (también llamadas “copita”) tienen una duración de hasta diez años en su correcto uso, y presenta otros beneficios para la salud como la disminución en la tasa de candidiasis y vaginosis bacteriana, y la no absorción de los fluidos, que de lo contrario puede producir resequedad vaginal, entre otras consecuencias. 

Las toallitas reutilizables cumplen la misma función que las descartables, pero se modifica su material. Mientras que las desechables se pueden utilizar tan sólo horas y tardan años en degradarse, las ecológicas están hechas de tela y pueden lavarse a mano o en lavarropas. Al igual que la copa menstrual, tienen un impacto positivo en el medio ambiente disminuyendo ampliamente los residuos provocados por las personas menstruantes. 

El Ministerio citó dos datos que fundamentan la necesidad urgente del programa. Por un lado, un estudio de UNICEF publicado en 2021 sostiene que casi el 10% de las personas consultadas no van a la escuela durante la menstruación y el 23% siente vergüenza o incomodidad.

Otro dato fue aportado por la Primera Encuesta de Gestión Menstrual de la Defensoría del Pueblo bonaerense, realizada en el 2020 y estableció que casi la mitad de las personas encuestadas manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad (47,9%), a eventos sociales (43,9%) y más de dos tercios (75,6%) dejó de hacer deportes durante la menstruación.

El Programa MenstruAr se encuentra enmarcado en una iniciativa de carácter internacional, en la que expertos/as en Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizaron recomendaciones para que los países tomen medidas para “romper el tabú social” en torno a la salud menstrual y ejecutar líneas políticas específicas. 

Con esto se hace referencia al estigma y la desinformación que aún hoy continúa presente en la forma en la que la sociedad se vincula con la menstruación. Desde la connotación negativa de palabras como “indisposición” o su no nombramiento, hasta los impactos concretos en las áreas de lo laboral, lo social, lo educativo y la salud. 

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