Migrar para estudiar 

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Migrar a centros urbanos es una opción que se presenta para muchos/as jóvenes de nuestro país y Buenos Aires es uno de los destinos predilectos. Juan Cruz Scalzi y Julieta Pettinari nos cuentan que significó para ellos el hecho de tener 17 años y un día armar sus valijas para viajar a una de las ciudades más imponentes del país con un gran objetivo: estudiar. 

Sus caminos se cruzaron en los pasillos de Drago en 2019 mientras hacían el CBC para la carrera de Comunicación Social, que hoy se encuentran próximos a terminar. Comparten un grupo de estudio que con los años se convirtió en amistad y su historia de vida es la de muchos/as estudiantes

Juan es oriundo de la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut. Está ubicada en el extremo sur de la provincia, sobre la costa del Mar Argentino y a unos 20 km del límite con la provincia de Santa Cruz. Además de estudiar comunicación, le apasiona volar y se recibió como Tripulante de Cabina. 

Juli nació en Santa Fe, a 500 km de Buenos Aires. Es la capital de la provincia, pero a pesar de ello la describe como un lugar pequeño a comparación, por ejemplo, de Rosario. Ella es periodista deportiva, realiza coberturas de partidos de fútbol y tiene un medio de comunicación llamado Santa Fe Deportivo.

¿Porque tomaste la decisión de migrar a otra ciudad? ¿La sentiste propia?

Juan: Tomé la decisión en principio porque quería tener la experiencia de vivir en una ciudad grande y aprovechar todas las oportunidades que me podía ofrecer, no solo de recreación y diversión, sino hablando en términos laborales y académicos. En Buenos Aires hay mucha más oferta de actividades, de trabajos para estudiantes y más acceso a diversidad de ofertas y planes de estudio.

La decisión fue 100% propia, conté con el apoyo de mis padres para tomarla y fue con el objetivo de superar mis expectativas y desafíos personales.  

Juli: En el momento en el que decidí que iba a estudiar yo tenía tres opciones: odontología en Rosario, terapia ocupacional en Santa Fe o comunicación que también podría haber hecho en Paraná, que queda más o menos a 20 minutos en colectivo. De todas maneras, terminé optando por Buenos Aires y fue una decisión súper personal y propia. Senté a mis papás y les dije que quería ir a Buenos Aires. Mi mamá al principio no me bancó, me dijo “Rosario máximo, Buenos Aires me parece muy lejos” pero mi papá había estudiado periodismo deportivo acá entonces al haber vivido esa experiencia le dio seguridad a mi mamá. 

Fue personal en el sentido de que yo quería crecer en el periodismo deportivo y sabía que acá se me podían abrir muchísimas más puertas que en Santa Fe. A mí se me mete una idea en la cabeza y no me la sacás más, hasta que no lo cumpla no lo voy a dejar. Al principio no estaba tan convencida de que sea la decisión correcta pero ya se me había metido el “bichito” así que igual lo hice. Con el tiempo me di cuenta que fue la mejor decisión que tomé en mi vida. 

¿Por qué elegiste estudiar en la UBA y no en otra universidad? 

Juan: Elegí la UBA en principio por el prestigio que tiene, tanto nacional como internacional. Buscaba un lugar que tenga como objetivo fomentar el pensamiento crítico en los estudiantes y que las materias del plan de estudios estén atravesadas por este eje. Quería tener la experiencia de pasar mi carrera universitaria en un ámbito público, donde hubiera debates y discusiones permanentes.

Por otro lado, la cuestión de la gratuidad de los estudios fue algo a tener en cuenta. Si bien y afortunadamente podría haber estudiado en una universidad privada, en términos económicos era una ventaja para mis padres no tener que sumar una cuota universitaria a los gastos mensuales. 

Juli: Para ser sincera yo no lo pensé nada, era “si voy a estudiar a Buenos Aires va a ser la UBA”. No se abrieron otras opciones en mi cabeza. Mi papá me dijo que la UBA era lo mejor y en Santa Fe todo el tiempo se veían noticias sobre cómo estaba posicionada entre las mejores de Latinoamérica o que Alberto Fernández era docente en la Facultad de Derecho. Es una universidad con mucho prestigio en el interior, yo pensaba “cómo voy a ir a una privada si está la UBA que es una de las mejores”, nunca se me pasó por la cabeza ir a otra universidad. 

¿Cómo fueron tus primeros meses viviendo en Buenos Aires? 

Juan: La verdad los primeros meses no fueron fáciles, el desarraigo es una sensación difícil de atravesar. Yo personalmente me encontraba con muchas cosas que eran tan nuevas, que a veces no sabía cómo abordar. Viniendo de una ciudad chica, fue shockeante que hubiera ruido las 24 horas, que la gente caminara rapidísimo todo el tiempo o subirse a un subte lleno de gente en hora pico. También, el pasar de vivir en una casa amplia, con más personas, a vivir en un monoambiente solo y tener que encargarme de todas las tareas cotidianas no fue fácil al principio. Todo esto a la par de enfrentar la adaptación a una carrera universitaria, a otro método de estudio y de cursada, con otra carga horaria y de lectura. 

En fin, fueron muchas cosas que de repente pasaron y que fueron difíciles de llevar. Pero con paciencia, el correr del tiempo y principalmente haciendo amigos logré adaptarme mejor a la ciudad al punto ya de dejar de extrañar mi lugar de origen y hacer ya de Buenos Aires un espacio propio y sentirlo como “hogar”.

Juli: Mis primeros meses acá fueron bastante complicados. No conocía a nadie, no dimensionaba lo chiquita que era (ahora si me doy cuenta). Estaba haciendo el CBC y entraba a las 7 de la mañana entonces tenía que salir 5:30 con todo oscuro, caminando por el barrio. Estaba asustada, es una ciudad súper grande. 

Una anécdota es que en un momento tenía que volver de la facultad al mediodía y yo decía “que miedo, voy a tener que volver sola en la hora de la siesta y no va a haber nadie en la calle”. Yo tenía la idea de Santa Fe que en la hora de la siesta no hay nadie, pero acá todo sigue. Fue muy loco para mí, un cambio muy grande. 

¿Cómo fueron los meses de pandemia? ¿Volviste a tu lugar de origen? 

Juan: El primer tiempo de la pandemia, como para todos, fue de gran incertidumbre. Por suerte, en las semanas en las que comenzó el confinamiento todavía había algunos vuelos que estaban llevando gente varada a sus provincias de origen. Hacia fines de marzo logré conseguir un pasaje en estos vuelos y volví a Comodoro. Lo que no me imaginé era que iban a ser tantos meses.

Juli: En los meses de pandemia la verdad es que no me imaginaba lo que venía después, yo pensé que iba a ser algo más tranqui entonces no me volví. Me quedé acá en Buenos Aires en la casa de mi ex novio, vivimos ahí juntos más o menos dos meses y medio. En un momento quería ver a mi familia, tenía ganas de estar con ellos y me daba miedo que les pase algo. Entonces mi papá se puso a investigar todo el tema de los permisos para venir a buscarme porque no había micros ni nada. Consiguió un permiso y me pasó a buscar, y ahí me quedé dos meses en Santa Fe. 

Después volví a extrañar Buenos Aires porque tenía a mi novio, mis amigas y todo acá. Me pasó que quería vivir en los dos sitios, pero era difícil porque no tenía medio de transporte. Mi papá se puso la 10 y me volvió a traer a Buenos Aires. 

El segundo año de la pandemia aproveché mucho la virtualidad y me instalé en Santa Fe. Me encantó porque podía cursar y hacer lo que me gustaba, pero también podía estar con mi familia un montón de tiempo, aprovecharla y estar en momentos importantes. Eso fue hermoso, también por eso el cambio fue tan grande en 2022 que volvió todo a la presencialidad y no pude viajar más por tanto tiempo.

¿Cuál es tu sueño cuando te recibas?

Juan: Por ahora mi objetivo luego de recibirme es quedarme un tiempo más en Buenos Aires para poder seguir sumando experiencia laboral en áreas que son de mi interés y también para seguir formándome y especializarme en cuestiones relacionadas a mi carrera. 
Luego de eso y si las condiciones lo permiten, podría considerar el volver a instalarme por un tiempo en la Patagonia. Si bien la ciudad me encanta, extraño la Patagonia y nunca deja de ser el lugar de donde soy. 

Juli: No sé si tengo un sueño puntual cuando me reciba, pero porque soy muy soñadora entonces tengo muchos sueños que son muchas cosas que quiero lograr y que sé que voy a lograr. Por ejemplo, me encantaría cubrir un mundial. Después por otro lado, con mi emprendimiento Santa Fe Deportivo llevarlo a lo grande y que sea un diario importante de la región. Me gustaría crecer profesionalmente como periodista, trabajar en medios sería para mí un sueño. Cumpliría mi sueño creciendo acá en Buenos Aires.

¿Qué consejo le darías a alguien que va a migrar a otra ciudad para estudiar? 

Juan: En primer lugar, que sepa que es un proceso difícil, que uno no se adapta de un día para el otro entonces probablemente haya momentos en los que pueda sentir que le cuesta o encontrarse con momentos que no son positivos. Pero hay que tener paciencia. Hay cosas que pueden ayudar como hacer actividades, frecuentar grupos, hacer amistades en lo posible. Eso te puede ayudar a no estar tanto tiempo en un lugar solo y hacer más actividades además de la facultad, eso ayuda para despejar la cabeza, formar lazos y adaptarse un poco más. Pero es eso, ser paciente, a medida que el tiempo pasa y poniéndole empeño logra adaptarse. No desesperar si al principio cuesta adaptarse a un lugar nuevo, es un proceso que hay que pasar. 

Juli: A la persona que venga a estudiar acá le diría que no es fácil en un principio, pero que si sus sueños son más grandes que lo haga, que se anime, que es muy posible. Va a ir apareciendo gente que le va a ir haciendo el camino más fácil todavía y que es algo súper positivo para el crecimiento personal. Aprendés un montón, madurás, conocés otras realidades. Es una experiencia increíble y vale la pena 100%. A veces puede ser dolorosa o dura, pero va a ser más fácil si estás abierto/a recibir todo lo bueno.

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