Daniel Rigabert: trajo el queso brie al país y creó una exitosa marca de quesos gourmet

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Daniel es ingeniero agrónomo y creador de Fermier, una marca de quesos de campo de estilo gourmet. En sus inicios, administró un tambo familiar en la localidad bonaerense de Suipacha. En 1994 viajó a Francia para aprender sobre la fabricación de quesos y, al regresar a su país, cumplió una de sus grandes aspiraciones: traer el queso brie a Argentina.

Los comienzos de Fermier

“El queso brie en esa época no se conocía en Argentina. Yo tengo doble nacionalidad, la francesa por mi abuelo, y terminé yendo a Francia a hacer de espía, como le decían. Fueron muy generosos porque son escuelas nacionales y técnicas. Fui a aprender las recetas, a traerlas acá y a elaborarlas” expresó Rigabert.

Al regresar a Argentina, la sociedad empresaria de la familia se separó y Daniel junto a su padre se quedaron con el tambo y un conjunto de hectáreas de campo vacío, en donde empezaron a construir las primeras instalaciones de la planta procesadora dando inicio a Fermier. El establecimiento está ubicado en la cuenca lechera Abasto, cerca de la ciudad de Buenos Aires.

“Elaboraba 800 litros por día al principio, y los volcaba a los quesos que en la industria llamamos commodities. Son los quesos comunes como el cremoso, en barra, el sardo. La demanda estaba mucho en esos quesos. En los años 80’ y principios de los 90’, las especialidades no tenían la fuerza que tienen hoy. En los supermercados encontrabas muy pocas especialidades en quesos, entonces arranqué con un objetivo de 80% de queso común y un 20% de la línea de especialidad. Poco a poco fui creciendo y hoy en día estamos en un 100% de quesos especiales”, explicó el creador de la empresa oriunda de Suipacha.

Siendo un continuador de una idea que tuvo su abuelo de procesar leche, Daniel, se asesoró con especialistas de la industria láctea local, y luego, en su viaje a Francia hizo cursos de elaboración en las escuelas nacionales del país europeo.

La producción se sustenta con la leche obtenida de las más de 200 vacas que se encuentran en las hectáreas de Fermier, de las mismas, se obtienen entre 4000 y 5000 litros diarios. El objetivo siempre fue la producción con materias primas propias, por la intención de hacer crecer el negocio comenzaron a comprar otros 4000 litros a un vecino. Desde la empresa, sostienen que el valor agregado se basa en la calidad del producto terminado, donde la leche pasa del tambo a la fábrica que se encuentra a pocos metros sin intermediación alguna, “Toda la leche que producimos se procesa y se hacen quesos especiales”, comentaron.

“Hace más o menos tres años que se sumó mi hijo Felipe, que es ingeniero en producción de alimentos, y nos planteamos objetivos de crecimiento porque por suerte la demanda de los quesos es siempre firme. Una demanda nacional por el momento, pues no estamos pensando en exportar. Decidimos aumentar la producción de quesos y ya estamos en el doble de cuando él arrancó”, culminó Daniel Rigabert, contento por la sucesión en el emprendimiento, tal como él hizo con su padre y su abuelo.

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