30 mil Pañuelos por la Memoria

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El proyecto “30 mil pañuelos por la memoria” es una iniciativa autogestiva y sin fines de lucro creada hace seis años por la platense Marcela Sanmartino Carranza. Con el mismo busca tener presente a los/as desaparecidos/as por medio del arte junto a colaboradores/as de todo el país.

El mismo consiste en la creación de pequeños mosaicos con el emblemático pañuelo blanco que tienen el destino de ubicarse en las casas de quienes no volvieron luego de ser secuestrados/as en la dictadura militar argentina. 

Los mosaicos también están destinados para instituciones, plazas, centros de memoria, lugares de trabajo y otros espacios vinculados a este proceso histórico, con el objetivo de promover la lucha y la memoria activa.

“Nuestro deseo es que los pañuelos sean visibles al caminar por la calle, que al verlos haya gente que se sienta acompañada, que les provoque un recuerdo, como un ayuda memoria o un “cada vez que lxs trae el pensamiento”, para no olvidarlxs, para decir PRESENTES una y otra vez y para no permitir que la historia se repita” cuentan en el sitio oficial.

En esta búsqueda por la memoria, ya hay miles de estas obras artesanales empotrados en las paredes no sólo de nuestro país sino también en territorio internacional como Estados Unidos, Italia, Guatemala, España, Chile, Brasil y Colombia, entre otros.

Además, el proyecto cuenta con un mapa virtual interactivo que permite visualizar en qué partes del mundo se encuentran los mosaicos así como crear un “gran mural digital”. Al mismo se puede ingresar acá.

¿Quién es Marcela Sanmartino Carranza?

Marcela creó la iniciativa, que hoy continúa coordinando, a partir de una historia personal. “30 pañuelos” surge en memoria de sus tías Cecilia y Adriana Carranza, secuestradas y desaparecidas a sus 18 años el 5 de mayo de 1976 en la ciudad de Córdoba.

En el año 2018 se le ocurrió junto a sus amigas poner un mosaico con un pañuelo blanco en el frente de su propia casa. 

“Estábamos viviendo una época de negacionismo, para ese momento ya hacía unos años que yo hacía mosaico. Decidimos para ese mismo 24 de marzo hacer algunos pañuelos para colocar en una biblioteca y en nuestras casas, y también para regalar a familiares de desaparecidos que conocíamos”, cuenta en diálogo con Télam.

Así el día 22 de marzo de ese año fue colocado el primer azulejo y tres días después habían creado la página web que empezó con la difusión. Si bien al principio la idea era que la gente la contactara para recibir sus mosaicos, también se fueron incorporando personas que querían sumarse a hacerlos. 

Hoy son 130 quienes trabajan realizando los pañuelos en diferentes puntos del país, a quienes se pueden contactar por medio de un listado publicado en sus redes sociales para tener tu mosaico. 

“Tomamos esta imagen como símbolo de la lucha amorosa, de la lucha pacífica, porque no se busca revancha sino justicia. En el futuro, cuando se hayan desmantelado tantas cosas, igual van a quedar los pañuelos que van a generar una pregunta a quienes no lo conocen, niños y jóvenes, y podrán ir a buscar la historia.”

“Y a quienes sí los conocen, esto genera una red en donde sabemos que hay una mano amiga, y en estos tiempos es muy importante: aunque no nos estemos viendo, sabemos que podemos hacer equipo” concluyó Marcela. 

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