El ensayo fotográfico “Belleza Marrón” es un proyecto creado por la retratista Alejandra López que busca cuestionar los modelos hegemónicos de belleza y las representaciones de las personas indígenas. El mismo se exhibirá en el Centro Cultural Borges a partir del miércoles 7 de junio.
El proyecto fue realizado en conjunto con Identidad Marrón, un grupo de activistas que se organiza para debatir sobre el racismo estructural en Latinoamérica y buscar respuestas a ello. En esta oportunidad, fueron modelos de la iniciativa de López en un rol profundamente político.
El modelo hegemónico de belleza entiende que hay un solo tipo de cuerpo y aspecto físico que es bello, deseable y valioso. La juventud, la delgadez y la blanquitud son algunas de las características que actualmente corresponden a ese modelo y constituyen el “deber ser” que la sociedad le impone a los cuerpos constantemente.
Entendemos entonces que los que no se encuentran alineados a estos términos, son señalados, invisibilizados e incluso discriminados. Sin embargo, son muchas las personas que no forman parte de aquello planteado como bello, y por eso la pregunta por sus representaciones resulta pertinente.
En esta línea, la retratista reflexiona: “Cuando conocí a Identidad Marrón me deslumbró su planteo, porque yo tengo 30 años de fotógrafa, hice muchos años moda para medios gráficos y siempre me preguntaba qué pasa con 99% de la gente que no entra en ese esquema (de belleza) con el que nosotros trabajamos y me parece una violencia muy fuerte”.
Es por eso que decide advertir por medio del arte aquellas formas violentas que lamentablemente se encuentran tan arraigadas en la actualidad. “Belleza Marrón” toma como eje la representación de las personas indígenas y cómo éstas construyen sentido alrededor de ellas y su rol en la sociedad.
De esta manera, López y su equipo se zambullen de lleno en el desafío de mostrar a estas personas en un lugar distinto al que suelen tener en los medios de comunicación y romper con sus asociaciones únicamente a la pobreza, la marginalidad y la criminalidad. Un total de 12 retratos de mujeres con un estilismo de alta calidad de la mano de Jorge León, se posicionan a la altura de las grandes producciones.
Rebe López, una de las retratadas, expresó: “Hacer estas fotos fue emocionante, fue un ejercicio colectivo de reconstrucción de nuestra autoestima, de reivindicar nuestras pieles y nuestra ancestralidad que muchas veces no se nombra, no se ve y, en esta oportunidad, pudimos mostrar que está siempre viva a pesar del genocidio”.
Otro testimonio fue el de Wari Alfaro: “Verme fue muy impactante y que se genere esa confusión visual en el cerebro -de la cual no estamos exentes nosotres- al ver otro tipo de rostros, nuestros rostros, donde no estamos acostumbrades a vernos; es decir, en imágenes visualmente bellas, de revista, de muy alta calidad. Me generó una confusión visual que es la que quiero que se les genere a otras personas”.
La pregunta por las personas negras e indígenas hoy es indispensable y los cuestionamientos sobre a quienes (no) vemos en los medios de comunicación es una forma de ponerla sobre la mesa. Proyectos como Belleza Marrón no sólo echan luz sobre el poder político del arte, sino que le ponen un altavoz a quienes ya vienen gritando desde hace mucho tiempo.
