Hugo Perea, el artista detrás del calendario de una plaza marplatense

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Una de las postales de Mar del Plata es el calendario de la reconocida plaza San Martín que es modificado artesanalmente todos los días del año.

Hugo Perea se levanta todos los días antes del amanecer y va hacia la plaza San Martín en el centro de Mar del Plata para poner manos a la obra en su trabajo cotidiano: desde hace casi 30 años se encarga de modificar la fecha en el tradicional calendario ubicado en este espacio tan característico de la ciudad. 

Al llegar el amanecer de cada día, más allá de que llueva, truene o haga mucho calor, Hugo se dispone a armar el calendario en un trabajo netamente artesanal que consisten en rellenar los moldes según el día de la fecha, agregar polvo de ladrillo y ordenar todo con el fratacho. Asimismo, Hugo admite que los cambios de mes o cada fin de año, es donde más se extiende su trabajo. 

El secreto es la prolijidad, hay que lograr rellenar los moldes con polvo de ladrillo y granza, que no se tira sino que se recicla. El toque final se da con la manguera que realza el color”, describe Hugo en una nota con Infobae

El gran calendario gigante y al aire libre genera una mezcla de colores que queda enmarcado en el césped y se convierte en un rasgo identitario de Mar del Plata, como una postal donde turistas y gente de la zona elige sacarse fotos.

“Hasta que me mantuve en el anonimato la gente que pasaba no tenía idea de cómo se realizaba. Antes me gustaba venir y escuchar lo que comentaban al contemplar o retratarlo”

Esta tradición comenzó con Adolfo Primavesi en 1940, mientras se desempeñaba como director de Plazas y Parques de la ciudad, y creó el cantero frente al Palacio Municipal, que luego fue trasladado a su ubicación actual, frente a la Catedral que está sobre la peatonal San Martín. 

Hugo nació y se crió en Santiago del Estero, y en 1980 llegó a Mar del Plata donde conoció a Natalia, con quien se casó y tuvo hijas e hijos. Durante la pandemia se tomó descanso de su trabajo, pero volvió al ruedo al poco tiempo de vacunarse contra el covid-19 y retomó su pasión. 

“Te tiene que gustar, porque yo vengo todos los días. A mí me encanta todo lo que tenga que ver con la plaza. Las flores y las plantas son lo mejor que hay”, reconoció Perea, y concluyó: “A la tarde suelo volver a la plaza para ver que esté todo ordenado y limpio, sobre todo ahora en verano, que hay más gente”.

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