Vuela el Pez: otra educación es posible

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“Después de pasar por la docencia en el sistema tradicional, decidimos buscarle la vuelta y en 2016 nos propusimos armar una asociación civil para darle un marco legal a un proyecto educativo”, así comenzaba el sueño de Laura Viz y Natalia Di Giacomo por crear un espacio de enseñanza alternativa

Vuela el Pez

En el año 2016 se preguntaron por la educación de sus propios hijos/as, deseando un lugar que les permitiera elegir qué hacer y les ayudara a ser felices aprendiendo en un entorno colaborativo. Ante una necesidad concreta que todavía no tenía una respuesta, decidieron crearla. 

El espacio de aprendizajes Vuela el Pez es una propuesta de Educación Alternativa en Río Negro, en la ciudad de San Antonio Oeste, que este año fue autorizado de manera oficial para funcionar como Escuela de Nivel Primario.

Su gran bandera es que los niños y las niñas sean protagonistas de su desarrollo, afirmando su autonomía en un ambiente afectuoso y hospitalario, diverso y solidario; indican en su página web. La educación pública y gratuita sin restricciones de acceso, impulsar experiencias pedagógicas para el desarrollo de sujetos felices, críticos y participativos, y la generación de vínculos con las comunidades donde los proyectos están insertos, son sus premisas principales. 

Es gestionado por la Asociación Civil Vuela el Pez, que es descrito por sus impulsoras en diálogo con Ansol como “un espacio de aprendizajes en el que les niñes construyen su subjetividad desde la diferencia y el respeto por ella, desde la no violencia y el afecto; desde la individualidad surgida de lo colectivo, y desde la felicidad de saber que están haciendo lo que les gusta”. 

En 2017, consiguieron la personería jurídica y empezaron con los trámites de habilitación municipal. Luego, en 2019, abrieron la primaria utilizando una de las normativas provinciales de Río Negro, que es la figura del “alumno libre” en primaria. De esta manera anotaron a los/as asistentes, con la intención de que el Ministerio de Educación reconozca esta forma diferente de aprender y que la pudiera reconocer de manera formal. Este deseo se concretó este año cuando fue autorizado para funcionar a partir del ciclo lectivo 2023 como Escuela de Nivel Primario con Anexo Inicial.

Una de las particularidades de Vuela el Pez es que se organiza por trienios, es decir que en vez de grados normales se distribuyen por períodos de tres años. En nivel inicial a las infancias de entre 3 y 6 años, luego de 6 a 9, y por último de 9 a 12. El motivo es favorecer el compañerismo y la solidaridad.

Además, reconfiguran el rol de los y las docentes, corriéndose de la lógica vertical que caracteriza a las instituciones tradicionales. “Le adulte es une observadore y une guía; ayudará y estimulará al niñe en todos sus esfuerzos. Le permitirá actuar, querer y pensar por si misme, ayudándole a desarrollar confianza y disciplina interior”, sostienen. 

Tampoco cobran cuotas, sino que sostienen la asociación civil y el espacio educativo asociando gente, pidiendo a las familias traer socios/as comprometidos/as con la causa. Ni Natalia ni Laura percibieron un sueldo con la intención de sostener el espacio y poder pagarle a quienes las acompañan en el proyecto.

“Nosotros estamos muy anclados en el territorio en el que vivimos, que es un área natural protegida, cerca del mar, y eso hace que creamos que el único camino posible es el conocimiento del territorio y de ahí todos los aprendizajes que vienen con la educación ambiental, la pedagogía biocéntrica (que promueve la igualdad de cuidados entre la especia humana y los animales), de escuela libre y también tenemos materiales Montessori”, agregó Laura al medio sobre los rasgos distintivos de la escuela. 

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