La cultura del boxeo es un espacio profundamente masculinizado, en el que poco a poco las mujeres van irrumpiendo para decir presente de manera profesional y amateur. Las Canguras Boxing Villa 31 son protagonistas en esta batalla y demostraron que no se van a rendir hasta que este deporte sea para todos y para todas.
Hace cuatro años tienen el sueño de ser boxeadoras profesionales y su constancia y determinación así lo demuestran. Son aproximadamente 20 quienes entrenan todos los días en la zona del correo viejo del Barrio Mugica, mientras que en los fines de semana tienen exhibiciones y competiciones.
Su organización consta de dos grupos según los intereses y necesidades de las participantes. Un grupo entrena de manera recreativa por la mañana y a la tarde noche es el entrenamiento físico más de competencia deportiva.
El inicio del proyecto fue liderado por Noelia López, la entrenadora, quien destacó en diálogo con Mundo Villa la necesidad que tuvieron de generar un espacio de este tipo en la pandemia. Madres y trabajadoras se vieron en una situación delicada, y el deporte apareció como un salvavidas en ese contexto.
“Quiero decirles a ellas que a los problemas los podemos vencer buscando una solución, y para eso está este deporte, para poder sacar todo eso malo para poder sentirnos bien con nosotras mismas”, cuenta Florencia, quien forma parte del equipo, como mensaje para sus hijas.
“Gracias a Dios, a la fortaleza desde lo espiritual, y a este deporte, pude reflexionar que es este mi lugar”, agrega Karen, también participante, sobre la importancia de este espacio en su vida.
Así nacieron las Canguras. El animal las representa por sus características físicas: destreza física y fortaleza. Pero también porque cargan a sus hijos/as, los protegen con su cuerpo y sienten que las representa como luchadoras.
Noelia como DT habló sobre el entrenamiento: “Nosotras acompañamos a las pibas para que tengan una buena formación para las competencias y den lo mejor que tienen como boxeadoras”.
Pero no todo es color de rosas. Noelia y las boxeadoras identifican una marginación no sólo social, sino también por parte de las instituciones y los medios de comunicación. Sostienen que es un deporte asociado a los hombres y que la participación femenina está cargada de prejuicios que están dispuestas a derribar.
Elementos materiales, guantes profesionales y un espacio propio son algunas de las faltas que ven relacionada a esta cuestión estructural. Sin embargo, el aliento y apoyo de sus compañeros varones de cancha son un indicador de que lentamente van construyendo un barrio distinto en este sentido.
El boxeo junto con el fútbol es el deporte más visto en Argentina, aunque la diferencia entre las categorías femeninas y masculinas es abismal. Algunas campeonas mundiales de esta disciplina son Marcela Acuña, Mónica Acosta, Fernanda Alegre, Yésica Bopp, Victoria Bustos, Carolina Duer, Érica Farías, Carolina Gutiérrez Gaite, Yésica Marcos, Alejandra Oliveras, Patricia Quirico, Claudia Andrea López, María Elena Maderna, Marisa Núñez, Celeste Peralta, Ana Esteche, Soledad Matthysse y Sabrina Pérez.
