Las frases como “llegar al verano”, el talle único, las mil y un dietas, la industria de la publicidad, son recordatorios constantes de que sólo un tipo de cuerpo pareciera ser el correcto. El activismo gordo surge como respuesta a la gordofobia estructural en la sociedad y viene a representar a esas corporalidades.
Que te dejen pasar a los boliches, poder sentarte en un asiento de colectivo o cine, tener acceso a salud sin discriminación o encontrar ropa de tu talle en cualquier lugar son cuestiones que muchas personas dan por sentado pero que se convierten en privilegios cuando no todos/as pueden hacerlo.
Vivimos en una cultura de la delgadez, en la que los cuerpos gordos son señalados constantemente y asociados de manera arbitraria con atributos de vagancia, enfermedad, ignorancia e incluso depresión.
La gordofobia como fenómeno utiliza los prejuicios sobre las personas que no responden a los cánones hegemónicos de belleza para negarles derechos básicos como la salud, menores posibilidades de conseguir empleo y de recibir tratos dignos en su vida diaria. Son muchos los casos en los que las personas gordas sufren diferentes expresiones de odio, discriminación y exclusión únicamente por el cuerpo que habitan.
Patologización
Laura Contrera, activista por la diversidad corporal, cuenta en su trabajo “CONTRA LA PATOLOGIZACIÓN INTENSIVA EN TÉRMINOS DE DERECHOS HUMANOS: ACTIVISMO GORDO EN ARGENTINA” como la medicina patologiza la gordura y la ubica sin excepción en el espectro de la enfermedad. El estigma que se crea a partir de este saber médico es una de las principales causas por las cuales las personas gordas sufren múltiples discriminaciones.
Asociar la gordura con lo patológico y la delgadez con salud es sumamente peligroso porque atenta contra la cientificidad y reposa en un prejuicio estético según la apariencia física. Además, borra las particularidades de cada individuo como si hubiera una receta estandarizada de cómo se ven las personas sanas.
Movimiento en Argentina
El activismo gordo data su origen en Estados Unidos entre los años 70 y 80, y se vincula con los primeros movimientos de derechos civiles para personas con cuerpos disidentes. Principalmente mujeres, reclamaban cuestiones básicas que no tenían garantizadas como la no discriminación.
En Argentina inicia aproximadamente en el año 2011 y cada vez asume más potencia de la mano del feminismo y otros activismos. Los Encuentros Plurinacionales del Activismo Gordo son ejemplo de esto y logran ser espacios seguros de contención y reflexión para los/as integrantes del colectivo.
Ley de talles
Una de las principales vulneraciones de esta población en nuestro país es la del derecho a la vestimenta debido a que la mayoría de los locales de ropa cuenta con una variedad de talles muy reducida y sin estandarizar, nombrando de manera arbitraria los diferentes tamaños de las prendas.
La “Ley de talles” es una de las victorias más recientes para el activismo gordo argentino. La misma establece la aplicación obligatoria en todo el país del Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria que hace a la fabricación, confección, importación y comercialización, tanto presencial como digital, de indumentaria.
Esta normativa parte de un estudio antropométrico realizado en el país que establece las medidas corporales de la población argentina y plantea que toda la indumentaria deberá ser confeccionada cumpliendo con un mismo sistema de talles. Es decir, si una persona tiene determinado talle en una marca, será el mismo en todas las demás.
El Estudio Antropométrico Nacional Argentino (EAAr) registra las formas y dimensiones de los cuerpos que conforman la población argentina alcanzando una mejor comprensión sobre los mismos. Esto permite tener información real sobre las corporalidades en nuestro país facilitando el registro de la diversidad que comprende y una tabla de talles que la represente.
Si bien esta ley fue un gran paso, aún queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la indumentaria. Ejemplo de esto son las cuestiones vinculadas a la oferta o al precio de la ropa para personas gordas, ya que no todos los locales cuentan con los llamados “talles grandes” o cuando los tienen, pueden tener precios mucho mayores.
Cómo informarse
Como toda lucha, una de las mejores maneras de informarse es escuchar y dar lugar a quienes son protagonistas. Te compartimos dos cuentas de Instagram que asumen la responsabilidad de ser voceras, informar e invitar a pensar el vínculo con nuestros cuerpos de una manera diferente.
➜ Online Mami
Agus Cabaleiro es licenciada en publicidad, modelo, creadora de contenido, militante del amor propio y referente en la comunidad LGBT. Dedica su cuenta de Instagram a resignificar los estándares de moda recomendando marcas con talles para todos los cuerpos y con tips para vestirse sin importar el tamaño. Además, es autora del libro “Te lo digo por tu bien: sobre ser gordas y ocupar espacios con libertad”, donde habla sobre su experiencia de vida que también es la de muchas otras.
➜ Brenda Mato
Ella es modelo Plus Size, activista de la diversidad corporal, y fue una de las pioneras en impulsar la Ley de Talles en nuestro país. También es estudiante de Sociología en la Universidad de Buenos Aires, fue columnista de temas de Diversidad en Altavoz emitido por la TV Pública Argentina y organiza Diversa, una feria de indumentaria con ropa para todos/as.
Respetar los cuerpos ajenos y el propio es el primer paso hacia una forma menos violenta de vincularnos. El activismo gordo se mantendrá vigente hasta que cuidarnos, comer sano y hacer ejercicio, sea por amor a nuestros cuerpos y no por responder a las exigencias de mandatos que niegan, excluyen e invisibilizan.