El lateral izquierdo de la selección Sub 20 japonesa nació en España, su madre es japonesa y su padre es argentino. Una parte de su familia tuvo que exiliarse durante la última dictadura militar en nuestro país y, el certamen mundialista los reencontró con la ciudad de La Plata, en una historia llena de emoción y caminos por recorrer.
El equipo asiático, enfrentó al seleccionado de Senegal por la fase de grupos en el Estadio Ciudad de La Plata. En las tribunas se podían ver un puñado de camisetas con insignias del seleccionado de Japón, el número 16 y el nombre de quien cubría el sector izquierdo de la defensa nipona: eran los tíos, primos, el padre, la madre y el abuelo de Niko Takahashi quienes vestían estas camisetas.
La historia de los Cendagorta, apellido del padre de Niko, nació en la mismísima ciudad de La Plata. Sus tíos Jorge y Adrían, fueron víctimas de las gravísimas consecuencias sociales de la última dictadura iniciada en el año 1976, sufriendo la desaparición forzada. Por lo que Guillermo, ante la desaparición de sus hermanos, se exilió a Barcelona junto a su hijo Federico, que en ese entonces tenía 6 años, y hoy, es el padre de Niko.
“Es un orgullo jugar en la ciudad de mi padre. Estoy muy feliz de estar aquí, más disfrutando con la familia. Tenerlos cerca es un orgullo para mí. Y es un orgullo estar en Argentina, siempre he querido venir desde pequeño, porque es un país que le gusta mucho el fútbol. He tenido la oportunidad de conocer un poco, de dar un paseo por Buenos Aires y fue muy bonito. Al final te da mucha energía jugar con la familia en la tribuna, la familia es lo primero”, expresa la joven promesa de 17 años, que milita en las filas del Barcelona Juvenil A, y que vino a disputar el campeonato mundial Sub-20 defendiendo la camiseta del seleccionado japonés.
Su padre, Federico, con el correr de los años conoció a Kaori Takahashi, y de dicha unión, un 17 de agosto de 2005, nacería Niko en Cornellá de Llobregat, Barcelona.
Los inicios futbolísticos del joven se remiten a sus 4 años de edad, cuando empezó a jugar en el club Olympic Flores, y unos años más tarde, en Cornellá, donde pasó a desempeñarse en cancha de once, y rápidamente, llamó la atención de los scouting. Recibió llamados de Barcelona, Espanyol y Girona. Optó por el primero, y gracias a su nivel en la cantera del club culé, fue convocado para formar parte de la selección Sub-16 de España. Debido a tener poca continuidad, no dudó en aceptar la propuesta de vestir la camiseta de Japón, correspondiendo a la nacionalidad de su madre. Su pierna hábil es la zurda, mide 1,73 metros y su posición provincial es en el lateral izquierdo; reúne las características de ser rápido y tener una destacable pegada.
“Es un orgullo enorme estar acá. Volver a la Argentina, estar con mi familia, poder disfrutar con mi hijo jugando para Japón. Es un sueño hermoso que no podría haber soñado jamás”, dijo el padre de Niko. “La selección japonesa es la que más ha apostado por él. Hace dos meses jugó la Copa Asia, ahí tuvo muchos minutos y el entrenador confió muchísimo en él. Lo hizo muy bien y, gracias a eso y a las casualidades de la vida, estamos en la ciudad en la que nací, jugando este Mundial, que no me lo puedo creer”, afirma y continúa, “come asado y vibra viendo jugar a la selección argentina como vibra viendo jugar a la japonesa”, refiriéndose a las costumbres de quien muestra tener un futuro promisorio.
Por su parte, Guillermo Cendagorta, el abuelo de Niko, vive en Girona tras el exilio en 1977. Tiempo atrás, se desempeñaba como secretario académico en la Universidad de La Plata, que junto a un grupo de compañeros, habían impulsado el proyecto de universidad pública y popular. Hoy, a sus 83 años, la vida le dió el regalo de poder ver a su nieto jugar en la ciudad que lo vió crecer.
La selección japonesa fue eliminada del certamen, pero para Niko, significó la primera visita al país natal de su padre. Cuando se le pregunta acerca de la posibilidad de vestir la camiseta argentina, él responde: “Lo que pase después, sucederá. Ahora mismo solo pienso en la Selección de Japón”. Mientras tanto, las personas de su entorno y desde las redes sociales, le insisten con la posibilidad de subirse a la Scaloneta en los próximos años. El tiempo dirá…
